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J.F.MESTRE/G.PICO
Los vecinos de la plaza de Santa Margalida, en la barriada de sa Indioteria de Palma, no olvidarán en muchos años la tarde del pasado martes, horas antes de que se terminara el año. Un incendio en un piso estuvo a punto de costar la vida de siete personas, que fueron rescatadas por los bomberos de Palma con síntomas de asfixia por el humo.

El suceso se descubrió alrededor de las siete de la tarde. Según la investigación que practicaron los bomberos, el incendio se produjo en el segundo y parece ser que lo inició un niño que estaba jugando con un mechero. La llama alcanzó un sofá y el fuego se fue extendiendo por toda la casa. Sin embargo, no fue el fuego lo que más problemas causó, sino que fue el espeso humo que se fue extendiendo por los pisos superiores de la vivienda.

Era tanto el humo que la escalera se convirtió en un auténtico laberinto, cuando era el único camino de salida del edificio. Antes de que ello se produjera, la mujer y el niño que vivían en el segundo piso abandonaron la vivienda y fueron a pedir ayuda. Mientras tanto, el humo se fue extendiendo y fueron los vecinos del cuarto piso los que lo pasaron peor. En esa vivienda vivían siete personas, entre ellas varios menores y una mujer embarazada. Una chica de catorce años fue la primera que intentó abandonar el piso y se dirigió hacia la puerta para bajar por la escaleras. Sin embargo, la joven inhaló mucho humo y perdió el conocimiento.

Mientras tanto, el padre de familia ordenó a los demás que se dirigieran hacia el balcón de la vivienda. Desde allí comenzó a emitir gritos de auxilio porque estaban atrapados en la vivienda y no podían salir. Algunos vecinos tuvieron la valentía de intentar subir al cuarto piso por la escalera, pero apenas pudieron avanzar unos pasos porque el humo lo impedía. Al lugar se concentraron unidades de la Policía Local de Palma, del Cuerpo Nacional de Policía y tres unidades de los bomberos. Fueron precisamente estos efectivos los que rescataron a las siete personas.