Una joven «muy conflictiva» de Porto Cristo volvió a protagonizar
el pasado domingo por la tarde un incidente que se saldó con su
detención. La muchacha, de 20 años, entró en un bar ebria y armada
con un cuchillo, y amenazó a todos los clientes, hasta que fue
reducida por la policía. Se trata de una chica de gran envergadura
física y que incluso tiene martirizada a su padre, al que ha
llegado a agredir físicamente y ha dejado encerrado en su casa. El
domingo, a las 19.30 horas, la Policía Local de Manacor recibió una
llamada de una cafetería de Porto Cristo en la que se alertaba de
un suceso grave y una patrulla de la Unidad Territorial de Costas
(UTC) se dirigió sin demora hasta esa dirección.
La joven, en estado de gran excitación, blandía una gran navaja
en tono amenazante y tenía atemorizados a los clientes y el
personal del negocio. Dos agentes comenzaron a conversar con ella y
trataron de calmarla, pero al final fue necesario que se emplearan
con contundencia para reducirla. Según refirieron los testigos
presenciales, la fémina entró en el bar aparentando encontrarse en
perfecto estado y pidió una copa. Después de bebérsela su actitud
cambió de forma radical y se dirigió a todos los presentes con el
arma en la mano y fuera de sí.
Esta misma delincuente ya agredió a un camionero de sa Pobla al
que engatusó, haciéndole creer que mantendrían relaciones sexuales
en un descampado de Manacor. Cuando se encontraron a solas ellos
dos y otra «amiga» se las apañaron para desvalijarle y huir. Pero
el dato más preocupante de la biografía de esta joven agresiva es
el trato que dispensa a su progenitor, al que tiene auténticamente
martirizado.
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