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J.JIMÉNEZ
Una empresa privada apuntaló ayer el edificio de la calle Nuestra Señora de Bonany esquina con Pascual Ribot, en el barrio de Son Pizà, donde el miércoles un gran incendio en una terraza causó la alarma y cuantiosos daños materiales. Las altísimas temperaturas que se registraron en el porche de aquella finca de cuatro alturas ocasionó la aparición de grietas en paredes y techos y ayer los técnicos empezaron a colocar puntales para evitar eventuales derrumbes.

El mismo día del incendio, el pasado miércoles, los bomberos revisaron la estructura para conocer el alcance real de los daños. Parece ser que la conclusión fue que no existía riesgo de un desplome del edificio pero sí de algunas paredes, que están muy dañadas. El fuego comenzó poco después del mediodía y la gran humareda que provocó fue visible, incluso, desde Cabrera, donde varias embarcaciones la divisaron. La Policía Local de Calvià también detectó humo y pensó que se trataba de un incendio forestal en alguna zona arbolada de Palma. La causa del siniestro, que obligó a la evacuación de un centenar de vecinos de tres fincas, no se conocen todavía con exactitud.

En un principio se habló de una máquina de disco y luego, con la rapidez con que se extendieron las llamas, los bomberos temieron un origen intencionado. La policía también ha abierto una investigación y ha tomado declaración a varias personas.