El incendio se declaró de madrugada en un quinto piso de la calle Ramón de Moncada. Foto: PERE BOTA

El incendio se declaró de madrugada en un quinto piso de la calle Ramón de Moncada. Foto: PERE BOTA

Javier Jiménez03/11/03 0:00
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Una mujer de mediana edad y de nacionalidad inglesa fue hospitalizada en la madrugada de ayer a consecuencia de un incendio que se declaró en su apartamento de Santa Ponça y que, además, obligó a evacuar los pisos colindantes.

Según parece, el origen del siniestro fue una colilla mal apagada que fue tirada a la papelera de ese apartamento. El recipiente ardió y el fuego se extendió a un tubo de plástico próximo, ocasionando una gran humareda. La inquilina de la vivienda, llamada Natalie, intentó sofocar el incendio, e inhaló abundante humo. En la cocina había una bombona de butano, y los equipos de emergencia temieron, durante la media hora que duró el dispositivo, que se produjera una deflagración. Por fortuna, la temida explosión no tuvo lugar. En la calle, mientras tanto, se fueron acumulando vecinos de los pisos colindantes, que habían sido desalojados de forma preventiva para que no resultaran intoxicados por el humo.

Según explicaron en fuentes de la Guardia Civil, a las cinco y media de la madrugada se recibieron varias llamadas de vecinos de los apartamentos Montecarlo, ubicados en la calle Ramón de Moncada número 17, informando de que en la quinta planta un piso se encontraba envuelto en llamas. El dispositivo de emergencia se puso en marcha al instante, y participaron efectivos de la Policía Local, bomberos, ambulancias y la Benemérita.

Las fuentes consultadas indicaron que la única persona que sufrió problemas respiratorios fue la inquilina inglesa del apartamento siniestrado, que fue trasladada hasta un centro hospitalario para que fuera sometida a una revisión médica. Su estado, con todo, no era preocupante y estaba previsto que recibiera el alta en las horas siguientes. Los bomberos consiguieron atajar el fuego e impidieron que las llamas se extendieran al resto de la casa. Aún así, los daños fueron significativos, y casi todas las paredes y techos quedaron ennegrecidos por el humo.