La pareja llevaba algunos meses chateando a través de la red y
en la tarde del domingo quedaron en verse, ya que él insistía en
que quería conocerla personalmente. La menor se dirigió hasta un
solar próximo a un pinar de Son Ferrer, donde le esperaba el zagal.
Fue allí, supuestamente, donde el varón forzó a la adolescente en
contra de su voluntad. Cuando pudo escapar la víctima se presentó
ensangrentada y presa de un ataque de nervios en su casa y su
familia fue la primera en enterarse de lo ocurrido.
En el juzgado de instrucción número 8, que durante el domingo se
encontraba en funciones de guardia, se interpuso una denuncia por
violación y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Palmanova se
hizo cargo de la investigación. La menor fue atendida en el área de
urgencias de Son Dureta, donde se confirmó que había sufrido
lesiones, y los agentes iniciaron las pesquisas para dar con el
sospechoso.
Con los datos facilitados por la chica el joven fue localizado
en un periodo relativamente corto de tiempo y negó de forma
categórica que hubiera violada a la «amiga» cibernauta. Según su
versión, el contacto sexual que mantuvieron fue consentido por
ambas partes. Los funcionarios policiales continuaban ayer con las
indagaciones para aclarar por completo lo que pasó en Son
Ferrer.
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