La parte delantera de las viviendas da a la calle General
Bernardo Riera y la trasera a la calle Pedro Ferrer. En esta última
calle, en el solar contiguo a los dos domicilios, hay una
excavadora realizando trabajos de desescombro. En este solar hace
poco fue derruido el conocido bar «Salón Recreo». Las dos viviendas
precintadas son bastante antiguas, están sobre tierra, y en la zona
hay bastante humedad por lo que se filtra agua.
Al parecer, durante los movimientos de tierra realizados por la
excavadora ha habido un pequeño derrumbe y la base de ambas
viviendas ha quedado más dañada y han salido algunas grietas. Por
este motivo, una de las inquilinas ayer llamó a la Policía Local.
Los agentes se personaron en los dos domicilios y después llamaron
a los técnicos municipales. El arquitecto y el celador decidieron
que lo mejor era precintarlas. En la vivienda del número 30 viven
cinco personas de nacionalidad colombiana. El número 32 es una casa
donde vive un padre con su hijo.
Rosa Alós reside en el número 30 y ayer explicó: «no sé lo que
haremos ahora, llevamos un año y tres meses viviendo aquí y tenemos
un contrato de cinco años, pero la casa está en mal estado y creo
que estamos más seguros fuera que dentro, hemos cogido las
pertenencias y ya veremos dónde vamos». Rosa agregó que «algunas
veces, cuando las máquinas estaban trabajando en el solar de al
lado, en la calle Pedro Ferrer, parecía que la casa se movía». Al
ver a los agentes, varios vecinos se presentaron frente a ambos
domicilios para saber lo que ocurría.
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