TW
0

Encapuchado y empuñando un palo un delincuente asaltó en la madrugada de ayer un hotel de Cala d'Or y pisoteó con violencia al recepcionista. A continuación robó 4.000 euros de la caja fuerte y escapó. La huida, sin embargo, le duró poco. Exactamente cinco horas, hasta que la Guardia Civil lo localizó. El detenido es un ex empleado del establecimiento que además vive en las inmediaciones.

Conocía el funcionamiento del negocio y se dirigió directamente al conserje, que se vio sorprendido y no pudo ofrecer resistencia. Lo golpeó y lo arrojó contra el suelo, para acto seguido pisotearle la cabeza. El trabajador quedó aturdido por la inesperada agresión y Juan Carlos G.A., el supuesto atracador, aprovechó la confusión para apoderarse de sus llaves. Abrió la caja fuerte y sustrajo 4.000 euros en efectivo. Había conseguido lo que quería y se dio a la fuga corriendo. El trabajador atacado comprobó que no se subía a un coche o una moto, por lo que dio por sentado que lo hacía a pie. Ese detalle, a la postre, sería vital, ya que se comprobó que vivía en las proximidades y se allanó el camino para su detención.

De acuerdo con los datos facilitados desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma, el intruso irrumpió en la recepción del hotel Cala Esmeralda a las dos y media de la madrugada.

La víctima dio la voz de alarma y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor se desplazó hasta el hotel, para hacerse cargo de la investigación. Los agentes se entrevistaron con el conserje atacado, que todavía estaba impresionado por la virulencia que empleó el desconocido. Se interesaron especialmente por sus características físicas -con la lógica salvedad de que iba encapuchado- y por las ropas que vestía, y a continuación salieron a la calle, en busca de pistas sobre el asaltante.

Alguien vio a un individuo que encajaba en esa descripción entrando en un edificio próximo al hotel Cala Esmeralda y la investigación se impulsó. A las siete y media de la mañana los funcionarios policiales llamaron a la puerta del uruguayo Juan Carlos G.A., de 21 años y que hasta la fecha carecía de antecedentes por otros delitos. El joven había trabajado en el establecimiento y parece ser que no le habían renovado el contrato. No se sabe si por venganza o simplemente porque conocía el funcionamiento de la recepción el sudamericano escogió aquel escenario para el atraco. Ayer tarde se llevó a cabo un registro domiciliario, pero no apareció el botín. El acusado será puesto a disposición judicial en breve.