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El anestesista Juan Maeso, acusado del contagio de hepatitis C a 276 pacientes en diferentes hospitales de Valencia, aseguró ayer ante el tribunal que le juzga que «toda la causa -que ha requerido siete años y medio de investigación- está mal instruida».

Durante la segunda sesión de este juicio, el Ministerio Fiscal reveló 97 actas hospitalarias que indican que Maeso, estando de guardia en el Hospital de la Fe, anestesió a afectados en la Casa de la Salud, por lo que le pidió que explicara al tribunal cómo pudo llevar a cabo esta «duplicidad de actuaciones» detectadas entre 1993 y 1997.

Según el acusado, la relación de guardias «está equivocada» porque no tiene «el don de la ubicuidad», y algunos de los informes caligráficos realizados por la Policía que aseguran que firmó diversos partes con el nombre de otro doctor también «están equivocados», por lo que, en su opinión, «toda la causa está mal instruida». El fiscal asegura que en 1993 hubo seis ocasiones en las que Maeso, estando de guardia en el Hospital de la Fe, anestesió a un afectado en la Casa de la Salud. En 1994 fueron cuatro las ocasiones, en 1995 se detectaron 11, en 1996 fueron 38 casos y en 1997 hubo 34 casos de «coincidencia».

Algunas de estas guardias datan de días consecutivos, por lo que la acusación pública le pidió que explicara también «cómo pudo sostener este ritmo de trabajo», a lo que Maeso contestó: «con celeridad, que no con aceleración. Con rapidez y haciendo bien las cosas».

No obstante, precisó que las «certificaciones son de guardias cobradas, no de guardias reales», ya que en el departamento de administración de la Fe le preguntaban cuántos turnos había hecho «y ponía los días que fuera», por lo que «coincide el número, pero no la fecha».

«La lista administrativa oficial de guardias no tiene nada que ver con la lista real», argumentó el acusado, quien aseguró que «todos los compañeros» tienen diferentes «opciones de trabajo», por lo que los cambios y «apoyos» entre ellos son frecuentes.

Por otra parte, Maeso eludió contestar a la pregunta del fiscal acerca de la ausencia de contagios cuando el anestesista se encontraba de vacaciones.

«Prefiero esperar a los resultados del informe epidemiológico para contestar a esa pregunta», subrayó en un primer momento, aunque precisó que en la Casa de la Salud, en agosto los quirófanos «están cerrados».

Asimismo, el procesado reconoció que tuvo «problemas» cuando trabajó en el Hospital Militar, ya que, en una ocasión abandonó una guardia tras comprobar que la única paciente que había en la UCI se encontraba estable e iba a ser trasladada.

Este caso fue detectado por el jefe de guardias del hospital, si bien el incidente fue finalmente archivado, explicó el inculpado al tribunal.

Asimismo, coincidiendo con el inicio del juicio contra el anestesista, el pasado lunes, se conoció la muerte de uno de los enfermos de hepatitis C, Vicente Chaves.