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El día después del incendio de un contador en el colegio de Son Caliu, en Palmanova, ha dejado una oleada de reacciones entre el profesorado y algunas madres del centro. En primer lugar, varios familiares de alumnos quisieron agradecer la labor «ejemplar» de los profesores y la portera durante la evacuación, puesto que colaboraron en todo momento para sacar a los niños del centro, apenas instantes después de que se declarara el fuego, evitando así que ningún alumno resultara herido.

Por otra parte, en una carta remitida a este diario otra madre se mostró muy crítica con la situación del colegio, denunciando numerosas carencias de material y en su infraestructura. En concreto, explicó que el centro lleva dos años funcionando y fue inaugurado hace dos meses por el alcalde Carlos Delgado, a pesar de lo cual no cuenta con la finalización de obra pertinente y mantiene el contador de obra, que debería haberse sustituido por otro. También criticó que el colegio no cuente aún con portero automático para regular la salida de los pequeños, que la Conselleria no haya dotado de material para el patio, obligando a los propios padres a traer juguetes de sus casas, que falte personal en el comedor o que, a pesar de contar con una cocina «impresionante», no puedan emplearla porque no la dotan de gas ni electrodomésticos.