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EMILIO LÓPEZ VERDÚ «¿Cuándo es la fiesta?» «A partir de las seis y media de la mañana y hasta la noche del día 1» «¿Y estará bien o qué?» «Sí, sí. La última vez fue una pasada. En Navidad, había como mil quinientas personas».

Esta conversación, mantenida con uno de los organizadores, constata la intención de montar una macrofiesta ilegal en una finca de Llucmajor el día de Nochevieja.

La celebración incluye a un DJ venido expresamente de Eivissa, numerosas carpas blancas instaladas para acoger a los visitantes, potentes altavoces y porteros que montan guardia a la entrada de la finca. Como suele ser habitual en este tipo de eventos, la difusión se está realizando a través de mensajes SMS.

En ellos se incluyen cuatro números de teléfono de 'contactos' con los que es posible quedar para adquirir entradas, denominadas «invitaciones», a un precio de 25 euros.

El local es una casa de campo situada en el Camí de sa Cova, y desde el 13 de agosto ha acogido al menos otros tres 'afters' similares. De hecho, la Policía Local de Llucmajor ha levantado numerosas actas y ha informado a Hacienda y Delegación de Gobierno para que tomen medidas. En todos los casos, los agentes explican que se produce una situación caótica: miles de coches aparcados en solares rústicos o en los caminos de tierra de acceso, que provocan un auténtico colapso de tráfico.

La convocatoria promete ser igual de multitudinaria que la del 25 de diciembre, de la que aún queda un rastro de botellas de alcohol sembradas por la zona, aunque sigue siendo un misterio si finalmente se celebrará o si las autoridades lo impedirán.