TW
0
JAVIER JIMÉNEZ Los investigadores consideran a los tres encarcelados por la Operación Lagos como los máximos responsables de la organización. Uno sería el jefe máximo, y los otros dos sus lugartenientes, encargados de la infraestructura de la organización.

La operación, con todo, no está concluida y los agentes del ECO (Equipo contra el Crimen Organizado) siguen buscando a dos sospechosos. Los funcionarios del GRS (Grupo Rural de Seguridad), una unidad de élite especializada en asaltos, llegaron expresamente a Palma para participar en el dispositivo y al día siguiente regresaron a Valencia, donde tienen su base operativa.

La red estaba formada mayoritariamente por ciudadanos nigerianos, aunque también había algunos guineanos. La cocaína la adquirían en ese último país africano y desde allí iniciaban una penosa travesía a Casablanca, Amsterdam, Madrid, Barcelona y finalmente Palma. Contrataban a 'muleros' para que se tragaran la droga -casi siempre un kilo- y la transportaban en su organismo.

Los que iban cayendo eran sustituidos por otros y la organización se encargaba de pagar un abogado al detenido. A su familia también la mantenían, para asegurarse la fidelidad del preso. En los controles de los aeropuertos fueron interceptados algunos de estos 'correos', pero los investigadores no quisieron incomodar a la cúpula mafiosa, a la espera del gran golpe. El martes medio centenar de agentes, encapuchados y armados, tomaron al asalto cuatro pisos de tres barriadas palmesanas, y registraron también un locutorio.