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El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, aseguró ayer que la liberación de los 26 tripulantes del barco atunero español Playa de Bakio que permanecen secuestrados por piratas en territorio somalí pasa por «la premisa esencial» de no poner en peligro su vida.

Moratinos, en una rueda de prensa ofrecida en el Ministerio junto a su homólogo serbio, Vuk Jeremic, afirmó no tener conocimiento de ningún plan de las autoridades somalís para liberar por la fuerza a los pescadores, al tiempo pidió «discreción y prudencia» para no obstaculizar las actuaciones que se están haciendo.

Según Moratinos, las instrucciones dadas al embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, desplazado a Somalia para seguir de cerca la crisis, es facilitar la liberación los tripulantes sin «poner en peligro su integridad física».

«Es el objetivo máximo», ha insistido el ministro, quien ha recordado que así fue la forma con la que se actuó tras el secuestro de dos cooperantes de Médicos sin Fronteras en Somalia a finales del pasado mes de diciembre.

Moratinos se pronunció así al ser preguntado por la posibilidad del empleo de la fuerza, después de la operación llevada a cabo por la policía de la región somalí de Puntlandia para rescatar un carguero de Emiratos Arabes Unidos secuestrado el lunes por un grupo de piratas.

En este sentido, ha agradecido todos los esfuerzos que puedan llevar a cabo las autoridades de Somalia, aunque ha recordado que es un país que no cuenta con un único interlocutor para este tipo de casos debido a su inestabilidad institucional y política. Moratinos se mostró «prudente y cauto» y eludió dar más datos sobre el lugar donde los piratas han atracado el Playa de Bakio y las gestiones que se están haciendo. «En casos de secuestros, lo que tenemos que hacer es ser discretos, tener paciencia, hacer las cosas con profesionalidad, rigor y seriedad», declaró.