El grupo de niños y su monitora cruzaba este paso de peatones cuando les embistió el coche. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Aina Vadell tiene 20 años y su pasión son los niños. Desde el sábado pasado se encuentra en la UCI de la clínica Juaneda por, precisamente, salvar a los niños y niñas de su club d'esplai. La joven palmesana atravesaba un paso de peatones con diez menores a su cargo, muy cerca de la parroquia de La Encarnación, y de repente un coche se saltó el semáforo y los embistió. La monitora tuvo tiempo de poner a los niños a salvo, pero se llevó todo el impacto ella. Su caso ha sobrecogido a los clubs d'esplai.

Guapa y atlética (Aina mide 1,80 centímetros y sus amigos bromean con que no puede llevar tacones), la monitora palmesana estudiaba segundo de Fisioterapia en la UIB. En sus ratos libres acudía al club d'esplai de la parroquia de La Encarnación, en la calle Joan Munar. El sábado por la mañana no fue una excepción. Aina jugó con sus chavales, como siempre, y a la una menos cuarto se dirigió con los niños a la calle Eusebio Estada. En la confluencia con Francisco Sancho el grupo esperó a que el semáforo se pusiera en verde y entonces atravesó por el paso de peatones. Aina, siempre atenta a todo lo que concernía a la seguridad de los menores, reparó en un vehículo que se acercaba a ellos sin disminuir la velocidad. En cuestión de segundos comprendió lo que iba a ocurrir y apremió a los zagales para que se pusieran a salvo. Lo consiguió, pero a un alto precio: el automóvil se la llevó por delante y le provocó lesiones muy graves, sobre todo en la zona craneal. «Ha sido un palo para todos nosotros, pero estamos seguros de que se recuperará», comentaba ayer Mn. Mateu Tous, rector de la parroquia de La Encarnación. Cada día sus compañeros y amigos, y por supuesto su familia, acuden a la clínica Juaneda, donde la joven está ingresada en la UCI. Nadie pierde la esperanza de una pronta recuperación. Domenech García, responsable del club d'esplai de Aina, le va a dedicar la fiesta que el sábado se celebrará en la Plaça Alexander Fleming: «Habrá actuaciones y conciertos y Aina estará muy presente para todos nosotros». Los chavales a los que salvó la vida tienen claro que ya no es su profesora: es su ángel de la guarda.