Policía y Guardia Civil han intervenido 3.000 kilogramos de hachís en Valldemossa. Foto: GUILLEM PICÓ

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G. PICÓ-A. AGUILÓ-P. MATAS-J.BASTIDA

A las 12.30 horas de ayer, una veintena de agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) se apostaban frente a las dos puertas metálicas de entrada a la possessió Font Figuera, ubicada en el camino del mismo nombre, que empieza casi al final de la carretera del Port de Valldemossa y acaba en el embarcadero de s'Estaca.

Con una pata de cabra y una maza, los agentes reventaban el candado y accedían al interior de la finca. A pocos metros de la entrada, debajo de un olivo y un algarrobo, y cubiertos por una lona azul, se hallaron unos 80 fardos con hachís. En total, unas tres toneladas de esta droga, según una primera valoración. Posteriormente, los agentes realizaron una inspección por los terrenos de la finca y las casas.

La droga había sido desembarcada horas antes desde dos lanchas semirrígidas, y a lo largo de la mañana los agentes fueron arrestando a los sospechosos por diversas zonas de Valldemossa. A última hora de la tarde de ayer, el número de detenidos ascendía a 27, la mayoría de ellos de nacionalidad marroquí.

Según fuentes de la investigación, los arrestados formaban parte de una organización internacional de tráfico de drogas, cuya intención era implantar en Balears la infraestructura logística para traer hachís desde el norte de Àfrica y después distribuirlo por toda Europa.

La investigación se inició a mediados de octubre de 2007, fue bautizada como «Flor de Loto», y se ha llevado a cabo conjuntamente por parte de la Guardia Civil y del CNP, debido a numerosas coincidencias de objetivos comunes.

La red estaba compuesta en su mayoría por súbditos marroquíes, perfectamente asentados en la Isla y con una actividad laboral normal para no levantar sospechas. No obstante, se detectó que los jefes combinaban su estancia en la Isla con frecuentes viajes a Marruecos.

También había un grupo de mallorquines que proporcionaron el lugar propicio para el desembarco de los alijos, siendo éste la possessió Font Figuera, que es espectacular, tiene acceso directo al mar y un pequeño varadero. La finca pertenece a un importante empresario mallorquín, cuyo hijo, Antonio T., figura entre los detenidos.

Según fuentes de la Guardia Civil, los dirigentes de la organización se desplazaban a Marruecos para efectuar los preparativos del traslado de droga a la Isla. Después regresaban a Mallorca, pagaban a las personas que les facilitaban el lugar del alijo y recogían al resto de los que iban a participar efectuando las labores de porteadores, algunos de los cuales residían aquí y otros venían desde Barcelona. De los 27 detenidos en total, 24 (21 marroquíes y tres españoles) formaban parte de esta red, una de las más importantes y activas de Europa.

Paralelamente se comprobó que había otra banda, establecida en Barcelona y liderada por un italiano, que preparaba un asalto a la organización anterior, con la finalidad de robarles el hachís. Para ello se habían desplazado hasta Mallorca. El dirigente de esta banda y dos personas más fueron detenidas mientras controlaban a la organización magrebí.

En ambos casos, se siguen realizando gestiones y no se descartan nuevas detenciones.