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JULIO BASTIDA-JAVIER JIMENEZ El único menor punible, que debía ser juzgado por la violación de dos niñas en el municipio de Muro, en el último momento decidió recusar a su abogado defensor y forzar el aplazamiento de la vista prevista para el día de ayer en el juzgado de sa Gerreria de Palma.

El caso de las presunta violación y abusos cometidos sobre dos niñas, de nueve y diez años, levantó gran expectación vecinal entre los murers, forzando en su día una manifestación en el pueblo con la finalidad de solicitar un endurecimiento de las penas a los menores.

Por parte de la Fiscalía de Menores se abrieron rápidamente dos procedimientos de instrucción, finalizando con la fijación para el día de ayer del juicio al único acusado que será juzgado, y que en su día levantó la ira de todo un pueblo. Una vez que se celebre la vista, está previsto que se apliquen las medidas pertinentes adoptadas por la fiscal instructora del caso.

Al único acusado que se sentará en el banquillo, un magrebí de 14 años, está previsto que se le juzgue en breve, después de la aplazamiento que se produjo ayer en sa Gerreria. El marroquí será juzgado aplicándole la Ley del Menor, mientras que al resto de menores, que son inimputables penalmente, se está trabajando desde el primer día con ellos.

Con los más pequeños se han activado las diligencias y se han tramitado copia a la Entidad Pública de Protección.
Desde las instituciones se recalca que «aunque parezca que hay una sensación de impunidad, se está trabajando incansablemente en el tema por parte de la Guardia Civil, Servicios Sociales, Protección del Menor, colegios, consellerias y muy especialmente la Fiscalía de Menores, que desde que se descubrieron los dos casos se han volcado con la instrucción de las causas».

Después de que en Muro estallase el escándalo y la movilización vecinal se hiciera palpable en las calles, la situación para los agresores se agravó considerablemente, hasta la situación de que tuvieron que abandonar el municipio y viajar, algunos de ellos, fuera de la Isla.

El acusado, acompañado de sus padres se personó en el juzgado y una vez allí decidió recusar a su abogado. La jueza decidió como medida cautelar a la espera de la reanudación del juicio que el menor permanezca en el centro de menores de es Pinaret.