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FAUSTO RAMOS El Cuerpo Nacional de Policía desmanteló el pasado viernes un casino clandestino situado en la Platja de Palma. En la llamada 'operación Dominó' también se imputó de varias sanciones administrativas a un ciudadano alemán que al parecer era el encargado del establecimiento transformado ilegalmente en salón de juegos y casino.


El local clandestino, con apariencia de bar y situado en la calle Lisboa, constaba de dos salas conectadas a través de una puerta debidamente camuflada con una moqueta sobre la que se apoyaba una máquina tragaperras y un timbre.

Cuando los agentes intervinieron el lugar, se encontraron con varios clientes, camareros y crupiers, así como numerosos efectos utilizados por casinos establecidos reglamentariamente.

Tales efectos eran una ruleta, tres tapices de tela verde, fichas de colores, 40 barajas de póquer, monitores de ordenador, expulsador de cartas, listas de socios, y diversas máquinas conectadas a internet, entre otros instrumentos.

Los policías, que también incautaron 1.354 euros, pudieron comprobar que el local obtenía su mayor afluencia de clientes durante los fines de semana, y que el tope máximo de apuestas era de 7.000 euros cuyos premios eran cobrados en efectivo en el lugar.