Numerosos turistas presenciaron el accidente del velero, que se estrelló contra la playa y luego se quedó encallado sobre la arena.

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JAVIER JIMÉNEZ

A pesar del cielo plomizo, a primera hora de la tarde de ayer la playa de Porto Cristo registraba una actividad casi veraniega. De repente, la calma se rompió cuando los turistas presenciaron cómo un velero de quince metros de eslora se abalanzaba sobre la arena, donde había gente paseando. El barco, de lujo, se estrelló finalmente contra la playa, con seis tripulantes a bordo. Milagrosamente, nadie resultó herido.

A las 13.30 horas la Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local de Porto Cristo comenzó a recibir llamadas de testigos del accidente marítimo. En ese momento aún no se sabía cómo estaban las tres parejas del barco y se puso en marcha un gran dispositivo de emergencia en el que participaron guardias civiles, agentes de Puertos, Salvamento Marítimo y policías municipales. La nave quedó volcada y el mástil quedó suspendido sobre un restaurante, en el paseo de la playa. Lo primero que hicieron los efectivos de la UTC fue acordonar ese tramo por si el palo finalmente se desprendía. Luego atendieron a los seis franceses -tres hombres y tres mujeres- que habían alquilado el velero, y que estaban en perfecto estado, aunque algo asustados por la odisea vivida. La embarcación parece ser que perdió el control arrastrada por las olas y los tripulantes no supieron controlarla a tiempo. La empresa propietaria de la nave fue informada del accidente y algunos técnicos se desplazaron hasta la playa de Porto Cristo para estudiar la manera de sacar de la arena el velero. Los profesionales también controlaron que el depósito de gasoil no derramara combustible en la playa.

Todo el despliegue fue seguido de cerca por numerosos turistas y residentes, que sacaron fotos con sus cámaras digitales e incluso grabaron vídeos. La Policía tuvo que alejar a muchos curiosos cuando el paseo quedó acordonado.