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PEP MATAS
Una caja que contenía el corazón de una lechona se recibió al mediodía del pasado viernes en la cárcel de Palma. El paquete había sido enviado por correo ordinario y estaba dirigido a una persona relacionada con la dirección del centro.

El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación para tratar de esclarecer quién o quienes enviaron el paquete.
El corazón de la lechona estaba dentro de una caja de cartón, de las que contienen habitualmente guantes quirúrgicos de látex, que en ocasiones se reciben en la cárcel y son utilizados por los funcionarios.

En principio, tras recibirse el paquete en el control del centro penitenciario, se pensó que dentro había comida en mal estado, debido al fuerte hedor que desprendía. Pero una vez abierto se comprobó que se trataba del corazón de un animal. Este dato lo certificó después de manera oficial un médico forense. La misma tarde del viernes responsables del centro penitenciario se desplazaron a la Jefatura del CNP, donde formularon la pertinente denuncia.

El Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se ha hecho cargo de las investigaciones.
La caja de cartón ha sido examinada por expertos de Policía Científica, sin que al parecer haya aparecido alguna huella de la persona que hizo el envío. También se ha contactado con empleados de la oficina de Correos donde se entregó el paquete, e igualmente estas indagaciones habrían dado resultado negativo.

Por el momento, pues, parece ser que no se dispone de datos concretos sobre la persona, o personas, que están detrás del envío del paquete.
Al respecto se barajan algunas hipótesis, pero ninguna de ellas puede darse de momento como con los suficientes argumentos como para considerarla lo suficientemente fiable.