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JULIO BASTIDA La intensa lluvia que azotó la capital balear a media tarde de ayer causó estragos en diferentes puntos de la ciudad. La nota más significativa en cuanto a actuaciones de los servicios de emergencia se produjo en la calle Camilo José Cela, donde el hostal Pinar se vio afectado por la subida del nivel de agua de un torrente colindante. El desbordamiento del mismo provocó el destrozo de uno de los muros de protección, causando que la terraza del hostal quedase totalmente anegada, al igual que cuatro habitaciones de la planta baja. Una vez personados los servicios de emergencia, comprobaron que no se había producido ninguna desgracia personal, pero sí cuantiosas pérdidas.


A última hora de la tarde se valoraba la opción de desalojar todo el hostal (una veintena de personas en total) ante posibles nuevas trombas de agua. Se da la circunstancia de que los Bombers, el pasado día 19 de mayo, tuvieron que efectuar un servicio similar en el mismo establecimiento.

Otro de los puntos importantes donde el agua causó problemas fue el Passeig Marítim. El tramo comprendido entre Portopí dirección Palma, a la altura del puente de Peraires, registró hasta cincuenta centímetros de agua en los distintos carriles de circulación.

La Policía Local se vio en la necesidad de interrumpir el tráfico puntualmente durante varias horas, mientras que los Bombers achicaban agua de la calzada. En todo momento intentaron mantener un carril abierto, pero en algunas ocasiones el cierre del Passeig Marítim fue total.

Otros municipios de la Isla también se vieron afectados por el temporal. En Calvià, la policía se vio en la necesidad de cerrar la rotonda de El Toro, al quedar totalmente anegada. Al bajar el nivel del agua se reabrió, aunque los vehículos tenían que pasar lentamente. En varias calles de Son Ferrer también se produjeron inundaciones y se tuvo que desviar la circulación en algunos puntos. En Santa Ponça el agua desplazó varios contenedores de la calle.