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El apuñalamiento se produjo a las once y cuarto de la noche, en un negocio de ropa deportiva ubicado en la calle Carabella.

El vendedor es un hindú que lleva muchos años afincado en Mallorca, casado y con dos hijos. El comerciante se turna con su mujer para regentar el negocio y por la noche se quedó al frente. Se trata de una tienda muy conocida y frecuentada también por policías de Calvià o guardias civiles, que adquieren calzado deportivo y otras prendas.

Poco antes de la medianoche un británico entró en el local y discutió con él, por motivos que se desconocen. Después sacó un arma blanca y lo apuñaló en dos ocasiones, una en el hombro y otra en el abdomen. Después se apoderó de dos camisetas deportivas y de 450 euros que había en la caja registradora, y se dio a la fuga.

La víctima pidió ayuda y fue atendida, en primer lugar, en el centro médico de la calle Galió, en Magaluf. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y los expertos del Grupo de Patrimonio salieron a la calle en busca del sospechoso. La víctima fue atendida después en un centro hospitalario y se comprobó que ninguna de las heridas le había afectado órganos vitales. Ayer por la mañana el forense del juzgado de guardia asistió al hindú y confeccionó un parte médico con las lesiones.

La búsqueda del agresor se prolongó durante toda la noche, sin resultado, aunque los investigadores cuentan con una completa descripción física de él y su detención podría estar próxima. El delincuente hablaba perfectamente inglés y todo apunta a que se trataba de un británico, aunque no está claro si era un turista o un residente en la zona. Curiosamente, en la noche del martes al miércoles coincidieron en Magaluf los agentes que buscaban al agresor de la tienda y los que estaban detrás del violador que ha actuado en aquel núcleo.