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JULIO BASTIDA Eran poco más de las tres de la tarde de ayer, cuando un niño de nacionalidad china y de doce años de edad se precipitaba desde una altura de siete metros cayendo en un patio interior.

Los hechos se produjeron en el número 22 de la calle Blanquerna, donde al parecer una niña, de algo más de un año, se quedó sola en el tercero-A al cerrarse accidentalmente la puerta, mientras que los niños que estaban al cuidado del bebé se encontraban en el piso colindante. La niña comenzó a llorar y los otros menores intentaron acceder a la vivienda a través de una ventana interior con la ayuda de una barra de hierro.

En ese momento, el niño de 12 años inició su aventura al estilo trapecista, la barra metálica cedió y el menor inició su caída libre hacia abajo.
Según las primeras investigaciones del siniestro, parece que las cuerdas de los tendederos frenaron al chico, que cayó desde una altura de un cuarto piso.

Al lugar de los hechos se desplazó la Policía Local, Bombers y una ambulancia.
El niño fue trasladado al hospital de Son Dureta donde, según el IB Salut, se informa que el menor sufre una rotura de una extremidad inferior.