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AGUSTÍN AGUILÓ Un niño de 12 años relató ayer en un juicio, celebrado en la Audiencia de Palma, los presuntos abusos sexuales que recibió de su propio padre durante más de cinco años.

El menor, que se encuentra en un centro de acogida, explicó con detalle a la sala y por videoconferencia, las numerosas agresiones sexuales que presuntamente sufrió de su progenitor.

Los abusos, según declaró el niño, se iniciaron cuando tenía cuatro años de edad y, según él, consistían en practicarle felaciones y masturbaciones a su padre. «Me decía que era la trompa de un elefante y después me hacía tragar el líquido, yo lo hacía por miedo» indicó el menor.

Años más tarde, los atentados a su libertad sexual no cesaron, pero sí sufrieron cambios, pues el menor también relató cómo su padre le masturbaba y le obligaba a ver películas pornográficas.

Cuando el fiscal le preguntó cómo se encontraba en el centro de acogida, el menor manifestó estar «mejor que cuando estaba en mi casa, estoy más protegido, allí no estaba bien».

Los expertos forenses coincidieron en calificar la declaración del menor como «fiable».
En el banco de los acusados se sentaron el padre y la madre del niño, a la que se acusa de conocer de los abusos y no denunciarlos.
En el turno de declaración del padre, éste manifestó: «Nunca he realizado ningún juego sexual con mi hijo, nuestra relación era muy buena». El hombre también negó el resto de acusaciones que versaban sobre él. «No entiendo por qué me ha denunciado, alguien le habrá comido la cabeza», agregó.