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JAVIER JIMÉNEZ Eran aproximadamente las nueve y media de la noche de ayer cuando el dueño de la finca de Selva, ubicada en el Camí de Son Bonet, escuchó unos ruidos en el interior de la vivienda y se alarmó. A continuación, se encontró con un magrebí que había accedido a la vivienda y que, al verse descubierto, le preguntó si podía darle un vaso de agua.

El propietario, de 70 años, le exigió que abandonara inmediatamente la casa y el ladrón se abalanzó sobre él y comenzó a golpearle con furia. Durante la paliza le rompió un brazo al septuagenario y luego esgrimió un objeto contundente y se lo estampó en la cabeza. El desconocido se escapó sin al parecer sustraer nada y el herido, tras recuperarse, avisó a gritos a sus vecinos, para que lo auxiliaran.

La Guardia Civil fue informada del asalto y una patrulla se desplazó hasta la finca del camí de Son Bonet, para investigar lo ocurrido. La víctima, cuya identidad no ha trascendido, fue trasladada hasta el Hospital de Inca, donde quedó ingresado con pronóstico grave. Los agentes de la Benemérita dieron una batida por Selva en busca del sospechoso, pero no dieron con él. Ayer el propietario de la finca todavía no había podido formalizar la denuncia, ya que seguía en fase de recuperación.

Los últimos asaltos a viviendas habitadas de Inca, Selva y sa Pobla, perpetrados por delincuentes magrebíes, han despertado alarma social en aquellas poblaciones. La Guardia Civil está tratando de aclarar si los robos con violencia tienen alguna relación entre sí y uno de los casos, el de sa Pobla, ya está aclarado policialmente.

Vecinos de Es Raiguer han mostrado su preocupación por esta oleada de violencia: «Pedimos a las fuerzas de seguridad que extremen la vigilancia, porque lo mínimo que podemos pedir es estar seguro en nuestras casas», apuntó un vecino de sa Pobla, que recordó el caso de un dueño de un bar del pueblo que cerró el negocio después de una brutal agresión por parte de unos ladrones. «Esto no puede seguir así», concluyó.