La mujer de nacionalidad ecuatoriana denuncia que recibió golpes por todo el cuerpo y presenta varios partes médicos. Foto: JULIO BASTIDA- UH-INCA

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JULIO BASTIDA

María Fernanda Ramírez Holguin es una mujer de nacionalidad ecuatoriana afincada en Mallorca desde hace seis años.

Según consta en la declaración presentada ante la Guardia Civil, la mujer denuncia haber sido víctima de una agresión racista por parte de los responsables de la concesionaria del bar de las piscinas ubicadas en el polideportivo municipal Mateu Cañellas de Inca.

Los hechos se remontan a las ocho de la noche del pasado sábado cuando, según versión de la mujer, «la responsable del bar estaba fregando y le mojó los pies al niño de once años. Al recriminarle la acción la mujer me contestó: 'Estoy cansada de los dos, lo que tenéis que hacer es marcharos a vuestro país'», puntualiza María Fernanda.

La ecuatoriana prosigue su relato y afirma que «para evitar problemas le dije al niño que nos marchásemos y la mujer del bar se abalanzó sobre mí, golpeándome. Acto seguido me prohibieron sacar el ciclomotor de las instalaciones, y mientras discutíamos, llegó la hija de la mujer que se encarga del bar y prosiguió la agresión».

María Fernanda añade: «Se trata de un acto de racismo. No hay derecho que esta gente esté de cara al público en una instalación municipal».

La mujer presenta tres partes médicos en los que los facultativos certifican un arañazo en antebrazo derecho con un juicio diagnóstico de maltrato de niño, mientras que la mujer sufrió varios hematomas, insomnio y ansiedad.