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El incendio de un vehículo en la madrugada de ayer en La Vileta resucitó el fantasma del pirómano que en la madrugada del sábado pasado sembró el pánico en Palma al quemar una treintena de vehículos.

En torno a las dos de la madrugada, a la altura del número 36 de la calle Santa Ponça, una travesía a la Calle Saragossa, en la Vileta, un Golf aparcado en ese lugar fue incendiado. La Unidad de Intervención Inmediata de la Policía Local de Palma acudió a la llamada de aviso de varios vecinos. Nada más llegar procedieron a apartar los vehículos que estaban aparcados junto al incendiado e iniciaron las labores de extinción, que fueron completadas por los Bombers de Palma.

El vehículo quedó completamente quemado por las llamas. El dueño del coche y su padre, que viven en un edificio vecino acudieron al lugar de los hechos. El progenitor tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia ya que sufrió un ataque de ansiedad a causa de lo ocurrido.

La Policía Local investiga las causas que originaron el incendio para descartar que pudiera tener alguna relación con los fuegos del pasado fin de semana. En aquella ocasión, en varios de los vehículos incendiados los bomberos encontraron pastillas para encender fuego similares de las que se usan para prender barbacoas.