Imagen de la operación policial del pasado septiembre contra los 'Ángeles del Infierno'. | Vasil Vasilev

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«Yo no renunciaría a tanto dinero, pero eso es mi opinión, te lo digo sinceramente, porque es la posibilidad que tú tienes, porque en un juicio no ves ni un céntimo». Khalil Youssafi, el vicepresidente de los Ángeles del Infierno de Mallorca negoció con uno de los afectados por una supuesta estafa piramidal la extorsión del principal imputado por este delito, Jurgen von Hohenlohe. El interlocutor de Youssafi le encargó intentar cobrar esa cantidad a cambio de 150.000 euros.

Los ‘Ángeles del Infierno' hicieron una serie de gestiones de las que se encargaron los dos hermanos Youssoufi, según se refleja en las conversaciones captadas por los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. En una de ellas el extorsionado les replicaba: «Ya no tenemos ganas de aguantar las presiones de tu hermano».

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Hohenlohe fue detenido en marzo de 2012 por el Grupo de Delincuencia Económica en la ‘operación Boa'. Se le acusaba de haber montado una estafa piramidal por nueve millones de euros. Tanto él como su esposa negaron las acusaciones y afirman que se trataba de inversiones reales que fallaron por un problema de liquidez. Las conversaciones entre el afectado y los ‘Ángeles del Infierno' se produjeron cuando el noble alemán, cuyo título siempre ha estado en cuestión ya estaba en libertad bajo fianza. De hecho, a Hohenlohe se le conoce como el ‘falso príncipe'.

No es el único caso similar que se dio con los ‘Ángeles del Infierno'. El primero de los casos que conoció la policía española referente a actividades de la banda en Mallorca fue la extorsión de un alemán implicado también en una estafa. Este hombre, tras ser amenazado de muerte por la organización tuvo que abandonar Mallorca. A lo largo de todo el sumario queda de manifiesto que con esto no libró del acoso. De hecho, su hija llegó a recibir una carta bomba en su vivienda de Alemania. La presión a la que la organización de mafiosos moteros sometió a este hombre se prolongó durante más de dos años.