El titular del Juzgado de Instrucción 12 de Palma, Manuel Penalva, a su llegada a Vía Alemania para tomar declaración a Cursach y Sbert el pasado lunes. | Alejandro Sepúlveda

TW
12

«En el humilde criterio de este letrado, las resoluciones dictadas por el magistrado han perdido toda razonabilidad jurídica y muestran no sólo su interés, sino su obsesión». Comienzan las recusaciones al juez Manuel Penalva. Los letrados del caso este jueves presentaron dos: en la pieza principal del caso por parte de la defensa de Bartolomé Sbert y en una de las separdas por el defensor de uno de los rumanos en prisión preventiva. A la primera se adherirán, cuando se les de traslado, el resto de defensas para no multiplicar los trámites y plantear un único incidente conjunto contra el magistrado.

Noticias relacionadas

El abogado Antonio Martínez, en representación de Sbert, plantea dos motivos para apartar a Penalva de la causa: enemistad manifiesta con las partes y un interés directo o indirecto del magistrado en el caso. Ambas recusaciones se apoyan en los mensajes de Whatsapp aportados por la ‘madame' que muestran sus conversaciones con fiscal, magistrado y agentes de policía. De hecho, como prueba, el letrado pide que se aporten las informaciones de este diario en las que se desvelaba el giro de la testigo protegida. «La mera existencia de esas conversaciones con la testigo clave le impide seguir un solo día más al frente de este asunto», señala.

De todos los mensajes, el letrado de Sbert incide en dos: en los que se habla de «hijos de puta» y en el que indica a la ‘madame' que su socia murió en 2012 y que, por tanto, no pudo escribir en la agenda del burdel en 2014. «El señor magistrado reconoce su conocimiento de que la agenda era falsa y le solicitó que fuese al juzgado para inventar una solución», interpreta.