El fiscal Juan Carrau, junto al abogado de Cursach, Enrique Molina, tras la vista. | Alejandro Sepúlveda
La instrucción del ‘caso Cursach' está en cuarentena. El juez, Manuel Penalva, suspendió este viernes las declaraciones de un testigo y de un funcionario del Govern imputado por cohecho y se tiene por apartado del caso hasta que la Audiencia Provincial resuelva el incidente de recusación. La presentación del escrito el jueves por parte de la defensa de Bartolomé Sbert tuvo efectos inmediatos. Antes del inicio de los interrogatorios el instructor tomó la palabra y planteó a las partes la posibilidad de llevarlos a cabo o de entender que la suspensión debía ser inmediata. Así se hizo. De esta manera, y con probabilidad hasta el mes de enero, la causa estará en un limbo. El juez que sustituye a Penalva por el reparto interno entre los juzgados de instrucción de Palma puede continuar las diligencias pero, ante la complejidad del caso, sólo se hará en caso de urgencia.
4 comentarios
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La justicia no puede emplear la maxima de “El fin justifica los medios”.
No lo digo por este caso, pero hasta que para ser juez o fiscal no evaluen de modo continuado las aptitudes psicológicas de ecuanimidad y justícia, y que cuenten más que la capacidad de recitar de memoria códigos jurídicos (tipo lorito), la "justicia" no será "justicia". Ah, y también hasta que no despoliticen los órganos del Gobierno judicial y de fiscalía. Pero no lo veran mis ojos. Este país no tiene remedio.
De esta manera sólo se mantiene la agonía de algo que es irremediable....
Corrupción? Sí, parece que haberla la hay, pero en qué lado se encuentra? Parece que en ambos, no ? Que tengan un poquito de dignidad y se aparten del caso (o los aparten quienes ya tendrian que haber hecho algo) y dejen que un juez no intoxicado siga con el caso.