Imagen de archivo de flores depositadas en el lugar del atropello. | Alejandro Sepúlveda

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El segundo profesor del colegio Madre Alberta citado como investigado por el atropello mortal de una alumna se acogió este lunes a su derecho a no declarar. El docente era uno de los dos que acompañaban al grupo de tercero de la ESO en un ejercicio de educación física durante el cual la niña fue arrollada por un taxi el 26 de abril del año pasado.

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Este profesor ya había declarado como testigo en la causa y entonces manifestó que el punto desde el que dieron la salida a los niños era habitual para iniciar las pruebas y que el camión que había aparcado al lado no entorpecía la visión. En la causa también se investiga al taxista por circular por encima del límite de velocidad. La familia de la víctima había solicitado al juzgado la declaración como investigado de este segundo profesor, que no fue el que dio la salida a la menor al inicio del prueba sino que se encontraba en las cercanías controlando a los alumnos que estaban en la zona boscosa en la que se llevaba a cabo el ejercicio. La magistrada accedió a la petición.

Ante esta segunda comparecencia, el profesor ha decidido no responder a preguntas y su citación como investigado deja sin efectos prácticos su declaración como testigo, en la que tenía obligación de contestar y de decir la verdad. Las conclusiones de la Policía Local apuntaban a una posible negligencia tanto en el punto en el que se inició la prueba como en que se dio la orden a la niña de salir sin comprobar el tráfico.