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Un acusado de haber matado de un navajazo a un hombre, y de haber herido a otro en la mano, ha reconocido este martes ser el autor de los hechos ocurridos en Novelda el 7 de julio de 2008, durante la primera sesión de juicio por el procedimiento del jurado en la Audiencia de Alicante, aunque ha alegado que no tenía intención de matar a nadie y que lo hizo para defenderse «del ataque de un grupo numeroso de personas».

«Siento mucho lo que pasó me mortifica pensar en la viuda y en su hijo, yo no quería matar a nadie», ha señalado el acusado, de nacionalidad ecuatoriana, y que fue detenido en 2017 tras haber estado más de nueve años oculto con una identidad falsa, que resultó ser de su hermano y que los agentes le intervinieron tras su detención en Torre Pacheco, Murcia.

Tanto ministerio fiscal como la acusación particular ejercida por la familia del fallecido solicitan penas de 14 años de prisión por un delito de homicidio. Por su parte, Fiscalía solicita una indemnización como responsabilidad civil de más de 150.000 euros y ha asegurado, durante su intervención inicial, que el acusado «fue plenamente consciente de los actos y que el hecho de haberse ocultado con una identidad falsa lo delata».

La defensa del acusado, sin embargo, ha resaltado que la intención de su defendido «no era matar a nadie» y por lo tanto se le debe condenar a entre uno y cuatro años de prisión por un delito de imprudencia grave con muerte.

Durante su intervención, el acusado ha reconocido ser el autor de la muerte del otro hombre pero ha precisado que «no fue una agresión, sino que actuó en defensa con una pequeña navaja» que llevaba junto al llavero y que «no tenía ninguna intención de asestar una puñalada».

Asimismo, ha explicado que se encontraba con su hermano y que, «tras estar bebiendo toda la tarde», se encontró con una persona conocida que había tenido problemas con su familiar y que iniciaron una discusión que acabó cuando el otro hombre llamó a «un grupo numeroso de personas» que se abalanzaron sobre él para «amedrentarle».

En ese momento, según el acusado, utilizó este pequeño objeto punzante «dado que tenía miedo», y que tras ello «salió huyendo por la calle». Asimismo, ha reconocido que se enteró de lo que había pasado horas más tarde y que acudió a la comisaría de Elda para contar lo sucedido, pero una vez allí los agentes le indicaron que tenía que ir a Novelda.

Finalmente, el hombre ha indicado durante la sesión que decidió no acudir a confesar «dado que su madre dependía económicamente de él» y necesitaba trabajar para mandarle dinero. «Siento mucho lo que pasó me mortifica pensar en la viuda y en su hijo, yo no quería matar a nadie», ha señalado.