Durante el jucio que se celebró contra Ioan Ciotau, el hijo del matrimonio relató que intentó detener a su padre y después corrió a pedir ayuda. Cuando regresó a la casa se cruzó con él, que iba lleno de sangre, y el asesino le dijo: «Ella debía morir» . | Alejandro Sepúlveda

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La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha rechazado el recurso de apelación presentado por el abogado del asesino de Lucía Patrascu, que solicitaba una rebaja en la condena para Ioan Ciotau.

El rumano de 60 años fue condenado a 22 años de prisión por matar a puñaladas a su mujer en el Port de Pollença el pasado 29 de mayo de 2016. Su abogado, Miguel Ángel Ordines, presentó un recurso de apelación en el que pedía que le condenaran a 10 años de privación de libertad o, de forma alternativa, a 20 años. Las acusaciones -el Ministerio Público y la acusación particular- se negaron de forma tajante a esta rebaja solicitada.

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Alevosía

En en escrito del TSJB se relata que «en este caso, la alevosía ha venido apreciada como consecuencia de un ataque súbito, inesperado, repentino e imprevisto, cuyos elementos determinantes han sido la sorpresa derivada del sobrevenido ataque armado, mediante un cuchillo que antes no portaba el agresor, más las reducidas dimensiones del balcón o terraza, donde la víctima no tuvo oportunidad de huir, ni tampoco de defenderse eficazmente».

Luego añade que «la pretensión del recurrente, que se apoya en un reconocimiento de su autoría inmediato al ataque mortal y mantenido hasta el juicio, silencia que el hijo de la víctima ya había abandonado la vivienda en busca de ayuda y que la agresión mortal tuvo lugar a la vista de algunos vecinos», algunos de los cuales corrieron hasta la casa para intentar prestar auxilio a Lucía, que murió por las puñaladas recibidas. El TSJB destaca que «la prueba sobre su ingesta de alcohol resultó limitada a dos cervezas, ya que de los varios envases desechados solo dos pudieron ser pericialmente relacionados con el acusado». Y reitera la inquietante sangre fría del acusado: «La calma y tranquilidad del agresor fue apreciada por los testigos en el momento del suceso e inmediatamente después».