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La Policía Nacional pedirá al Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) la imputación del juez Penalva y el fiscal Subirán tras la detención este martes de dos destacados policías del Grupo de Blanqueo que investigaron durante años el ‘caso Cursach'. La Jefatura Superior de Policía ha detectado de momento dos delitos muy graves: revelaciones de secretos y omisión del deber de perseguir delitos.

Ya en diciembre, los actuales investigadores del Cuerpo Nacional de Policía arrestaron al exjefe de Blanqueo y a un agente que había cruzado whatsApps muy comprometedores con la testigo protegida conocida como ‘la madame'. Los funcionarios tenían la certeza de que habían existido filtraciones continuadas e interesadas a ciertos medios de comunicación para crear corrientes de opinión y linchamientos públicos, y continuaron estrechando el cerco. El rastreo de las llamadas de tres periodistas confirmó muchas de las sospechas policiales y este martes, a las diez de la mañana, se llevó a cabo la segunda parte de la operación iniciada en diciembre.

En Palma, el subinspector investigado en el 'caso Cursach' fue citado en la Jefatura por los mandos policiales conocidos como ‘Los Juanes'. Cuando llegó al despacho, le comunicaron que quedaba detenido y le leyeron los derechos. El policía pudo avisar a su abogado Daniel Marchena, que se personó en la Comisaría y le asesoró legalmente. Colaboró en todo momento con los investigadores, como desde hace cinco meses, y tras una hora y media, quedó en libertad con cargos, a la espera de ser citado en el juzgado. Con la inspectora que llegó a dirigir el Grupo de Blanqueo, y que actualmente estaba destinada en Madrid, se procedió de forma similar: la citaron, la detuvieron y después quedó en libertad con cargos. En su caso no ha trascendido si también ha colaborado. La policía ha conseguido reconstruir algunos grupos de Whatsapp que crearon los agentes de Blanqueo, el juez Penalva y el fiscal Subirán y ha obtenido información calificada como «muy delicada». El subinspector detenido este martes llegó a salir de uno de los tres grupos creados porque no estaba de acuerdo ni con lo que se decía ni con muchas de las decisiones que se adoptaban. En poder de los investigadores consta que llegó a enfrentarse con el fiscal Subirán y le recriminó que estaba haciendo las cosas mal.

También aparecen fricciones entre este mismo policía arrestado y su exjefe y un compañero, los arrestados en diciembre, por ejemplo por «informes absurdos» que estaban siendo elaborados y que luego fueron filtrados a la prensa a pesar del secreto de sumario.

También se investiga si el exjefe de Blanqueo intentó una segunda detención del empresario Bartolomé Cursach en el Megasport en base al citado informe. Para ese arresto se iban a movilizar numerosos agentes en busca de una gran trascendencia pública. Y, por supuesto, con presencia de medios de comunicación in situ. Un intento de linchamiento por un informe policial que finalmente fue duramente desacreditado por Hacienda.

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Otro de los episodios investigado apunta a que uno de los funcionarios de Blanqueo le llamó la atención a Penalva porque no había puesto en conocimiento de la Jefatura las acusaciones de la ‘madame' contra Toni Suárez, jefe de la UDYCO (Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado) y uno de los policías más respetados de la Jefatura.

Una rápida investigación interna de ‘Los Juanes' permitió desmontar paso a paso las acusaciones de la testigo protegida, a la que en el informe calificaron de «mentirosa compulsiva». Penalva, Subirán y Blanqueo, en cambio, siempre le dieron total credibilidad.

Otra vertiente de la investigación está logrando grandes avances en demostrar que la connivencia con periodistas tenía un «objetivo claro» y las filtraciones fueron sistemáticas.

Grupos de Whatsapp

De momento hay constancia de que los investigadores bajo sospecha crearon tres grupos de Whatsapp. En uno, llamado «Blanqueo Rules» (las normas de Blanqueo) estaban sólo los policías. Otro fue bautizado como «Operación Sancus», pero el que tiene especial interés para la investigación es uno en el que estaban Penalva, Subirán y Blanqueo, y que llamaron «Puteros peperos». Como foto de perfil pusieron al expolítico José María Rodríguez.