El arrestado, de 49 años, vive con sus padres en el mismo barrio en el que residen las víctimas pero dispone de un piso trastero muy cercano donde, presuntamente, llevaba a cabo los abusos, ha informado la Policía Nacional.
Para ganarse la confianza de los menores les invitaba a jugar con videoconsolas y les daba golosinas hasta que finalmente abusaba sexualmente de ellos; posteriormente les amenazaba con utilizar su supuesta influencia como agente secreto para dejar sin trabajo a sus padres si contaban los abusos.
La investigación comenzó a finales del pasado mes de enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un joven de 16 años había sufrido abusos sexuales entre los 12 y los 14 años por parte de un hombre que le dijo que era agente secreto.
Las primeras indagaciones permitieron identificar a otros dos menores que también habrían sido víctimas de la misma persona.
El presunto pederasta llegó a ofrecer a los menores entre diez y cuarenta euros por participar en juegos sexuales en los que les mostraba películas pornográficas y se masturbaba en su presencia, hasta que de forma progresiva les realizaba tocamientos en sus genitales y consiguió el acceso carnal en alguna ocasión.
La madre de uno de los menores evitó inicialmente comparecer ante la Policía por temor a que el presunto pederasta pudiera cumplir las amenazas que realizó a su hijo pero otros dos manifestaron actos similares.
Finamente los tres declararon que en alguna ocasión habían sido grabados durante las prácticas sexuales con un dispositivo de grabación en forma de bolígrafo al que se le encendía una luz roja.
Todos estos hechos sucedieron durante dos años aproximadamente con una frecuencia de al menos cuatro veces al mes.
El avance de las investigaciones permitió la identificación del presunto autor de los mismos y los agentes constataron que no es agente secreto ni tiene relación alguna con el ámbito de la seguridad.
Unos días antes de su detención fue visto por un testigo en las inmediaciones de su domicilio acompañado por dos niños de 7 y 10 años a los que había invitado a subir a su casa para jugar a la videoconsola pero los menores prefirieron continuar jugando en la calle.
El operativo policial ha finalizado con la detención de este presunto pederasta y con el registro de la habitación y de las zonas comunes del inmueble en el que reside y del piso trastero.
Los agentes le han intervenido cuatro discos duros, uno de ellos con mucha capacidad de memoria, un «pendrive», una videoconsola, un ordenador y una caja fuerte. No obstante, la Policía Nacional continúa las investigaciones para localizar posibles nuevas víctimas.
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