Visto para sentencia el juicio contra la presunta banda de narcotraficantes que introducía cocaína en Mallorca

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El juicio contra once personas acusadas de formar una banda dedicada a introducir cocaína en Mallorca desde Galicia, celebrado esta semana en la Audiencia Provincial de Baleares, ha quedado visto para sentencia.

En el trámite de conclusiones, la Fiscalía ha mantenido su acusación y la pena solicitada, excepto para aquellos acusados que reconocieron su participación en la estructura criminal. El fiscal pide para el presunto cabecilla, M.A.R., una condena de siete años y medio de prisión y una multa de 800.000 euros.

El juicio ha concluido antes de lo previsto, puesto que el Tribunal había fijado sesiones para toda la semana siguiente. La vista debía comenzar el lunes pero se aplazó al martes por la incomparecencia de uno de los acusados, a quien se le advirtió de su obligación de presentarse o de lo contrario sería detenido.

Cinco de los 11 acusados llegaron a un acuerdo con la Fiscalía y en la primera sesión reconocieron su participación en la trama de narcotráfico. Admitieron que habían colaborado en el transporte de la droga en vehículos o la distribución por Mallorca. El resto, incluido el supuesto líder del grupo, negaron su implicación.

Los acusados dieron explicaciones cotidianas a las actuaciones que la Fiscalía considera sospechosas. Por ejemplo, uno de ellos justificó que saliera de madrugada en coche para atravesar la Península y tomar un barco desde la Comunidad Valenciana en que había aceptado ayudar a otro coacusado con su mudanza.

En una conversación telefónica intervenida por la Policía, esta persona le insistía a otra en que mantuviera en secreto que iba a ir a Galicia. En el juicio, el acusado sostuvo que era porque no quería que una exnovia suya se enterase de que andaba por ahí.

Otro de los acusados dijo que el alijo de droga encontrado en su casa era de «un amigo» al que se lo estaba «guardando», y que los 21.000 euros en metálico que se intervinieron proceden de extracción furtiva de almeja.

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CONDENADO POR INTRODUCIR 4.000 KG DE COCAÍNA EN 2007 EN GALICIA

El supuesto líder del grupo intentó introducir cuatro toneladas de cocaína en 2007 en Galicia, una operación que fue frustrada por la Policía y la DEA americana. Las informaciones facilitadas por la oficina americana en México y Madrid indicaban que se iba a producir una inminente descarga de cocaína en altamar, en un 'buque nodriza' que había zarpado de Venezuela y que estaba controlado por un grupo de traficantes gallegos.
La 'Operación Castaño' terminó en una condena para M.A.R. de diez años de prisión, dictada en 2009. Esta pena se extinguió, precisamente, en 2017, año en el que la Policía, en Baleares, detectó numerosos viajes en barco del sospechoso a Mallorca, siempre con un vehículo a barco.

El historial criminal del acusado llamó la atención de la Policía, que inició seguimientos y comprobó que el acusado entraba en Son Banya, un conocido punto de venta de droga en Palma. Los agentes de la Policía Nacional en Baleares solicitaron colaboración a sus compañeros de Galicia y decidieron 'balizar' los vehículos del sospechoso, además de intervenir sus teléfonos. Estas gestiones les llevaron a encontrar conexiones con otros narcotraficantes gallegos, conocidos por la Policía, y destapar una red presuntamente dedicada a introducir cocaína en Mallorca.

Los investigadores creen que el grupo tenía pactadas medidas de seguridad para evitar referirse expresamente al negocio de la droga en sus conversaciones telefónicas, utilizando un lenguaje en clave. También es habitual entre los 'narcos' llevar consigo un terminal desconectado para no ser rastreado y cambiar constantemente de móvil, como explicó el inspector encargado de las diligencias. En el momento de su detención en 2018 por la operación mallorquina, M.A.R. llevaba consigo siete teléfonos móviles.

M.A.R. negó su implicación. Aseguró que muchos de los viajes que le atribuía la Policía en realidad no los hizo él y, aunque reconoció la visita a Son Banya, negó que fuera para entregar una cantidad importante de cocaína, sino para «pillarse una papela» porque es consumidor.

SOFISTICADOS COMPARTIMENTOS OCULTOS

La Fiscalía acusa a M.A.R. de ser quien dirigía toda la estructura criminal, quien gestionaba la adquisición de la droga y preparaba los transportes, con la ayuda de dos hermanos que se coordinaban con él desde Galicia, entre otros colaboradores. Según la Policía, el grupo recibía en Galicia importantes partidas de cocaína desde el sur de Andalucía y las enviaba a Mallorca en vehículos con sofisticados compartimentos ocultos. Después, la droga se distribuía posteriormente a pequeña escala por la Isla.

La agrupación actuó, presuntamente, al menos entre noviembre de 2016 y mayo de 2018. La operación policial que desmanteló el grupo incluyó registros en Ses Salines y Llucmajor, en Mallorca, y en Vilagarcía de Arousa y Pontevedra, en Galicia.