Penalva y Subirán en los juzgados de Vía Alemania, en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Los fiscales Anticorrupción Tomás Herranz y Fernando Bermejo, encargados de la causa que investiga al juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, apuntan en un escrito a la comisión de otros once posibles delitos por éstos y los policías del Grupo de Blanqueo. En un escrito remitido esta semana a la Sala de lo Civil y Penal del TSJB, hace un repaso de los informes policiales en torno a la detención de la familia de Álvaro Gijón y a la irrupción y las mentiras de la madame.

Con ese escrito responden a una petición formulada por los propios Penalva y Subirán durante su declaración. Su defensa ha intentado que la causa se ciña a los primeros informes policiales y no se extienda a lo que contienen estos dos. Según los fiscales habría indicios «que permiten investigar si la detención de los padres y hermano de Álvaro Gijón fueron delictivas». A esto suma una revelación de secretos más y la negativa de Penalva a investigarla, y hasta seis posibles alteraciones de declaraciones de testigos.

También relata indicios de varios delitos de prevaricación, entre otras cuestiones por el «pertinaz desprecio por los indicios sobre la falsedad de la agenda aportada por la misma testigo protegida y la negativa a investigar la real existencia de los lugares donde supuestamente ejercía la prostitución». Los fiscales recuerdan que sobre esos hechos ya fueron interrogados Penalva y Subirán.

En el mismo documento, la Fiscalía considera que no es necesaria la intervención física de los teléfonos móviles del juez y del fiscal investigados por las irregularidades en la instrucción del ‘caso Cursach'. Valoran que ya están incorporadas a la causa las conversaciones de WhatsApp entre Penalva, Subirán y los agentes de Blanqueo y que éstas han sido reconocidas por sus participantes, «no habiendo negado ninguno de ellos el contenido de las transcripciones realizadas por la policía judicial». Además, señala que una vez que han pasado tres años y después de que se advirtiera a los dos investigados de la existencia de una petición de requisa se trataría de una diligencia inútil.

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