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El matrimonio entre Óscar Armando Méndez, ecuatoriano de 32 años, y Daniela Cardona, de 31 y origen hondureño, hacía tiempo que no funcionaba. La pareja convivía en un tercer piso en la calle Sant Joan Baptista de la Salle, en Manacor, con los dos hijos de ella, de 10 y 6 años, y un bebé de nueve meses que tenían en común. Compartían gastos, pero cada uno hacía su vida. El 25 de mayo, a las 1.18 horas, Cardona escribió a Méndez: «Mi historia con vos quedó atrás».

El 23 de mayo, el hombre contactó por Whatsapp con su hermana Prisila, que vive en Ecuador, y le dijo que tenía miedo a su mujer. «Es muy, muy celosa y dominadora. Antes hacía lo que ella me decía. Me alejé de toda la gente que conocía y si saludaba a alguna mujer, madre mía, no podía saludar a nadie. Yo tenía temor a Daniela, me dominaba, pero desde que salí de la cárcel dije: esto no va a ser igual y ‘pumm', cambio radical».

Óscar Armando trabajaba como conductor de autobuses.

Calabozos

Cuando Óscar Armando escribe ‘cárcel' se refiere a que estuvo en los calabozos de la Policía Nacional de Manacor tras ser detenido el año pasado por una presunta agresión a su pareja. El caso se archivó después de que Daniela Cardona retirara la denuncia. El hombre siguió viviendo con su mujer ya que en el juzgado no le pusieron ninguna orden de alejamiento.

«El pasado febrero, Daniela estuvo en una casa de acogida con los niños, pero luego volvió a vivir con Óscar porque uno de sus hijos estaba enfermo», recordó su exsuegra, Lupita Eras, con quien mantenía una buena relación. «Me dijo que ella hacía su vida y él la suya y que como era la madre de su hijo le pidió que le ayudara a compartir los gastos».

Óscar Armando se sinceraba con su hermana por Whatsapp porque en Mallorca no tenía familia. «Sabes que hace tiempo que tengo problemas con Dani, pero yo no voy llamando a nadie ni contando nada a nadie. Ella se va a dormir a otro lado y no la llamo. Se va con sus amigos, hace lo que quiere y no voy llamando ni diciéndole nada», le cuenta en uno de los mensajes a los que ha tenido acceso este periódico.

«Salgo a trabajar y ya empieza a llamar o a mentir diciendo que ando con Luisa [su expareja, con la que estuvo ocho años]. Y ya me importa una mierda la Daniela y a ella eso le jode. Ella se lo buscó y ahora aguanta».

Pantallazo de una conversación entre Óscar Armando y su hermana Prisila.

La historia entre Óscar Armando Méndez y Daniela Cardona se terminó a las 22.30 horas del pasado 8 de julio. La mujer decidió acabar con la vida del que hasta entonces era su marido asestándole cuatro puñaladas por la espalda. Lo hizo en el interior del domicilio y delante de sus tres hijos. El mayor realizó una videollamada a su abuela tras el crimen y la agresora confesó: «Mamá, creo que he matado a Óscar».

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Los vecinos alertaron a la Policía Nacional tras escuchar la discusión y cuando los agentes acudieron a la vivienda se encontraron al hombre en parada cardiorrespiratoria en las escaleras situadas entre el segundo y el tercer piso de la finca. Intentaron reanimarlo, pero no consiguieron salvarle la vida. Cuando llegaron los equipos sanitarios del Samu-061, Óscar Armando ya no respondía.

Juzgado

La Policía Nacional detuvo a la mujer tras la agresión y el jueves por la tarde los investigadores la acompañaron hasta el domicilio en el que mató a su marido para hacer la reconstrucción del crimen. Daniela Cardona, asistida por un abogado de oficio, se negó a colaborar. No quiso hablar. La presunta asesina será puesta hoy por la mañana a disposición judicial en Manacor, según confirmaron fuentes policiales.

El excuñado de la víctima manifestó que cuando Óscar Armando los visitaba siempre le pedía ayuda para que le cambiasen las contraseñas. «Daniela entraba en sus redes sociales para ver con quién hablaba». La exsuegra del fallecido recordaba el pasado jueves, frente a la comisaría de la Policía Nacional de Manacor, que la detenida es una mujer «muy celosa» y que Óscar era «un hombre maltratado».

Descartan que la mujer actuara en legítima defensa

La mujer fue detenida por la Policía Nacional tras cometer el crimen en Manacor e hizo una serie de manifestaciones espontáneas.

Declaró que el hombre la amenazó primero con un cuchillo y que ella se defendió atacándole por la espalda. Los investigadores de la Policía Judicial y el Grupo de Homicidios, sin embargo, descartan que actuara en legítima defensa. No se creen la versión de Daniela Cardona.

La autopsia reveló que la víctima recibió cuatro puñaladas de forma descendiente, lo que supuestamente anularía la coartada de la agresora. Los agentes sostienen que hubo una discusión previa antes del ataque que acabó con la vida de Óscar Armando.