Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se han hecho cargo de la investigación de la agresión que sufrió una vigilante de seguridad cuando trataba de impedir que una madre, sus dos hijas y el marido de ésta pasaran todos juntos con la misma tarjeta.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, a las 13.30 horas, en la zona de tornos de la estación Intermodal de Palma. La responsable de seguridad se percató de que un hombre y dos niñas estaban accediendo al tren con la tarjeta de una mujer, la cual estaba esperando a que ellos pasaran para después acceder ella.
Tarjeta personal
La tarjeta es personal e intransferible. Por ese motivo le solicitaron al hombre que que le mostrara el ticket. El varón, en ese instante, se dirigió a la vigilante diciendo: «tu no eres policía ni eres nadie para pedirme nada». Acto seguido se solicitó la presencia del jefe de equipo de seguridad de la estación. Una vez allí, la mujer, de forma disimulada pero muy nerviosa, se fue a sacar los billetes para su marido y sus hijas a la máquina que existe en el lugar para tal fin y así hacer como que ya los había sacado antes. La denunciada desconocía que el recinto está las 24 horas vigilado por cámaras.
Mientras tanto, las niñas al ver que no les dejaban pasar comenzaron a llorar. Hecho que recriminó la mujer al personal de seguridad. En ese momento, la agresora puso su cara a dos centímetros de distancia de la vigilante quien le recordó que debido a la COVID19 había que mantener la distancia de seguridad. En ese momento, se abalanzó sobre ella y comenzó a propinar arañazos, manotazos y patadas en diferentes partes del cuerpo. Una vez separadas, la presunta agresora junto a las niñas y marido se subieron al tren. En cuestión de minutos, una patrulla de la Policía Nacional acudió al lugar y se hizo cargo de confeccionar el atestado policial.
Los sindicatos exigen mayor presencia de efectivos y dotación. «Cada semana hay problemas y agresiones. Es importante ampliar las plantillas de profesionales».
Oliver: «Hay que aumentar la plantillas»
Desde el sindicato Espartano, su portavoz y presidente, Sebastián Oliver, denuncia la falta de medios y de vigilantes en el recinto férreo. «En el caso de la estación de buses -dónde un solo vigilante cubre 20.000 metros cuadrados- cuando hay dos altercados simultáneos y dejamos uno sin cubrir, aún la Administración quiere expedientarnos. Es algo absurdo», concluye Oliver.