El edificio okupado se encuentra en la calle Cardenal Rossell número 100 del Coll d’en Rabassa. | Alejandro Sepúlveda

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Detenido un hombre acusado de incendiar la casa okupa de la que había sido expulsado por parte del clan gitano llegado de Ciudad Real tras ser desterrado.

Agentes de la Policía Nacional arrestaron a un español, de 27 años, acusado de un delito de incendio intencionado y daños. Además, de incumplir una orden de alejamiento y tener una requisitoria judicial pendiente.

A las 16.20 horas del pasado sábado, un policía nacional fuera de servicio, circulaba con su vehículo por la calle Cardenal Rossell número 100 cuando, de repente, observó al ahora detenido con una garrafa de gasolina rociando la fachada del edificio y dejando un reguero de combustible por la acera. Una vez alejado del lugar y mientras permanecía agazapado entre dos coches, cogió un mechero y le prendió fuego. En cuestión de segundos, se produjo una gran bola de fuego alcanzando las dos plantas de la fachada de la vivienda. Mientras tanto, el autor material del incendio cogió una motocicleta y se dio a la fuga. El policía, franco de servicio, alertó a sus compañeros y a los Bombers de Palma. Tras una breve pero intensa persecución, el agente logró detener al sujeto hasta la llegada de las primeras patrullas policiales uniformadas.

Durante su arresto, el hombre no cesaba de recriminar al clan gitano de Ciudad Real que lo hubieran expulsado de su casa okupa del Coll d'en Rabassa de Palma. Varios testigos apuntaron que, unas horas antes del incendio, el ahora detenido ya había proferido amenazas de muerte dirigidas a los nuevos okupas de la que fue su casa.

Los nuevos ‘inquilinos' del edificio son parte de los 50 miembros de distintos clanes gitanos que escaparon de Ciudad Real tras el tiroteo mortal del pasado 3 de mayo.

Entre los días 7 y 8 de mayo, más de medio centenar de miembros de distintos clanes gitanos viajaron hasta Dénia, en Alicante, y tomaron un barco con destino al puerto de Palma. Una vez en la Isla, se dispersaron por Alcúdia, Algaida, Palmanova y la Platja de Palma. Los investigadores creen que la mayoría de ellos no tiene un alojamiento, por lo que temen que estén okupando viviendas deshabitadas. En este sentido, no descartan que hayan recibido información de otros clanes asentados en Mallorca sobre posibles casas vacías.

El tiroteo mortal del popular barrio del Pilar, en Ciudad Real, provocó gravísimos disturbios y venganzas entre los clanes enfrentados, que quemaron casas y coches.