El jefe de cabina, agobiado por el estado del pasajero, pide ayuda y resulta que en los asientos 28B y 11E viajan sendos doctores, que atienden al joven. Su amigo Boualouch Y. aprovecha para acercarse al enfermo e infundirle ánimos. El supuesto coma se agudiza y Yassine requiere de oxígeno porque tiene dificultades para respirar. El que, hasta ahora, era un vuelo plácido, se convierte en un trayecto lleno de tensión, con pasajeros mirando en todas las direcciones e interrogando a la tripulación sobre qué está pasando.
El comandante del vuelo es informado y revisa su hoja de ruta. Están sobre Alicante y hay cuatro posibilidades: aterrizar en aquel aeropuerto, a 20 minutos; volar a Eivissa, a 25; hacerlo a Valencia, a 28 o girar hacia Oujda, a 48. Contacta con la torre de control de Barcelona y sigue volando. El doctor, entonces, advierte que al pasajero le quedan 15 minutos de vida y el comandante, a las 17.30 horas, decide descender hasta Son Sant Joan «con buen tiempo y buenas instalaciones aeroportuarias», justifica. Aterriza 21 minutos después y a las seis de la tarde se abren por fin las puertas para que entren los médicos y se lleven al marroquí supuestamente agónico, que de camino al hospital de Son Llàtzer, junto a su amigo, experimenta una milagrosa recuperación. El jefe del Airbus asegura que en esos momentos «el avión estaba sin asistencia, ningún personal de tierra y ninguna policía». Ordena abrir las puertas principales y colocar las correas de «inspección prevuelo» Además, aprovecha para recargar combustible.
A las 18.30 horas saltan todas las alarmas. Por segunda vez. Un pasajero sentado en un asiento de salida, sobre el ala, quita la cobertura de seguridad de una puerta y desbloquea la palanca de salida L3, forzándola. Interrogan al viajero sobre su conducta y se encoge de hombros: «No lo he hecho aposta». Un compañero que está junto a él improvisa otra versión: «Estaba intentando fumar». Algo empieza a oler muy mal en todo aquel asunto y la situación se tensa por momentos. Retiran a los pasajeros próximos a esa puerta y un tripulante vigila la salida de emergencia. Los minutos transcurren entre miradas cómplices y rostros perlados en sudor. El motín está a punto de estallar.
Primero piden agua y después algunos alegan que quieren tomar un pitillo, que la espera les está poniendo nerviosos: «Queremos salir», gritan desde las filas de atrás, alegando que la situación es claustrofóbica. Los azafatos se disculpan por el retraso y el jefe de cabina tiene que ponerse al frente de lo que ya parece una rebelión. Casi un motín. De repente, 23 de los pasajeros se levantan súbitamente de sus asientos y enfilan el angosto pasillo, a trompicones. Solo queda en su camino el tripulante, que es literalmente arrollado. Sufre contusiones en la espalda, un brazo y resulta con el hombro dislocado. Cuando sus compañeros lo levantan presenta un fuerte dolor de espalda. La fuga, en cualquier caso, podría haber sido peor. En el informe de Air Arabia se destaca que la tripulación «paró a los pasajeros restantes» que querían salir del avión a la carrera.
Es entonces cuando el comandante comunica por emisora la huida masiva de pasajeros, que se están desperdigando por las pistas de Son Sant Joan en una imagen insólita. El piloto, en su declaración, sostiene que poco después llegaron «policías con perros y armas». Mientras la Policía Nacional y la Guardia Civil se movilizaban en busca de los fugitivos, las azafatas ofrecieron comida y bebida a los pasajeros que seguían en sus asientos y que tenían la vista fijada en las ventanillas, oteando en busca de los amotinados. La Benemérita reingresa a dos magrebíes que estaban a pie de avión, sin saber muy bien qué hacer y un agente anuncia al pasaje que debían trasladarse a la terminal, para un recuento y control de seguridad. La mayoría se niega y se escuchan de nuevo gritos cuando un policía intenta entrar armado en la nave. Sólo 20 viajeros aceptan salir del Airbus, custodiados, y el resto permanece en sus asientos, tensos como el acero. Aún no son conscientes de que los 25 huidos han arruinado en unos minutos, y de forma irreversible, la reputación de seguridad de Son Sant Joan.
12 comentarios
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Aqui hay algo oculto...
Para los raiguer de turno que saben de todo o lo que es lo mismo no saben de nada; era un vuelo entre dos terceros países y sin base en Baleares. La GC acudió al vuelo y facilitó la evacuación del enfermo. A continuación el avión debía despegar, cosa que no hizo. Nunca jamás había pasado eso en la UE. Si una patrulla de la GC se hubiera quedado, una de dos, o se los comen y se escapan igual o se lían a tiros, ésto último es lo que mas hubiera gustado a tanto cretino. Y no se preocupen que con la concesión que va a realizar pinocho Sánchez a golpistas y filoterroristas con la derogación de la ley PSC será de tontos que la policía mueva un solo dedo para evitar un solo delito.
Independientemente del motin en el avion, la culpa es de la seguridad, lo miren por donde lo miren. Tenian en tierra un avion lleno de pasajeros de un pais NO Schengen, por lo que tenian que haberse quedado alli. Y eso de que no hubiera ni personal de tierra, tambien error, porque han de tener a alguien pendiente del avion. Ya lo del medico a bordo.... vamos, si para todos los destinos posibles (BCN; ALC; VLC e IBZ) estaban a mas de 20 min y segun el no tenia mas de 15... iba a morir si o si. Por que se decantaron por PMI si estaban en la peninsula, donde tenian 3 de esos aeropuertos? Negligencia del piloto por otro lado. Pero bueno, teniendo en cuenta que cuando en la terminal llamas a la policia o GC por altercados tardan la vida en llegar....
RaiguerYa te han contestado, aqui las ordenes vienen de mas arriba... Alguien es responsable de que las fuerzas de seguridad no estuviesen ahi.. Aqui hay muchas cosas que no cuadran.. Por ejemplo, ¿cuanto tiempo tardo en aterrizar el avion desde que el piloto dio el aviso a la torre de control? Esa pregunta es clave y no tiene nada que ver con que la policia hiciese bien o no su trabajo. O el médico diciendo que le quedaban 15 min de vida jajajaa yo he hecho el modulo para formación náutica de primeros auxilios STCW95 y hay formas para detectar esto sin necesidad de equipamiento médico.. Otra historia es que el falso enfermo se tomase algo para producirse los sintonas... En fin veo que a ti lo de pensar no te va mucho.. Pero ya nos conocemos, sabemos de tu desprecio hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado nada nuevo.
RaiguerNo. La culpa no es de las Fuerzas de Seguridad. Quizás esta frase del Cantar del Mío Cid le sirva: QUÉ BUEN VASALLO SI HUBIERA BUNEN SEÑOR
Han arruinado la reputacion de los equipos de seguridad de son sant Joan, que con tantas competèncias uno no sabe si le toca actuar a la guardia Civil o policia Nacional. La verdad que el Aeropuerto esta bastante bien, bueno un poquito mas de inversion estaria bien, que se quedarà como el Aeropuerto de Madrid.
La vergüenza del siglo hemos dado, y seguimos dándola. Quienes nos dirigen en este país de chiste y a los que les gusta ir con la cabeza bien alta mirando por encima del hombro al resto, autodenominándose "profesionales", son de una inutilidad tan enorme que da pavor. La dejadez/dejación en todos los ámbitos está en límites insospechados. No soy muy optimista con el futuro de esta isla degradada y decadente. O por lo menos un buen futuro para sus ciudadanos autóctonos al paso que vamos.
Ese prestigio a tardado años en LOGRARSE EN BALEARES…Hablo del WELCOME REFUGEES. Gracias a todos los qué sois tan “SOLIDARIOS “ con las bienes de los demás.
Y que hay de los médicos?. Que le quedaban 15 minutos de vida?. La pregunta es que hubiera pasado si aterrizan en la península.
No me puedo creer que los dos mèdicos de a bordo, se pudieran creer "un coma", habiendo mètodos manuales para su diagnòstico que lo hubieran hecho desistir ràpidamente de la simulaciòn. O no fue como lo cuentan o, algo no cuadra.