El marinero abrió una válvula grande en el cuarto de máquinas y una segunda en otro compartimiento donde vive la tripulación. | Gaceta Náutica

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La guerra entre Ucrania y Rusia traspasa fronteras y ha provocado un grave incidente en Mallorca. Agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención este pasado sábado, a las 12.35 horas, a un marinero ucraniano acusado de hundir parcialmente un yate de lujo valorado en unos 7 millones de euros y que tiene su base de operaciones en Port Adriano, en Calvià.

El detenido trabajaba en el barco Lady Anastasia desde hacía unos diez años. El dueño de la embarcación es el ciudadano ruso Alexander Mijeev, que ocupaba el cargo de jefe de la corporación de helicópteros rusos que producen, principalmente, estas aeronaves para los militares de ese país. En el año 2016, fue ascendido en una corporación que vende armas a nivel mundial. Ahora, las dos empresas forman un holding llamado Rostec. Todo esto se desprende de la declaración en sede judicial del marinero ucraniano arrestado.

El ahora detenido señala que el dueño del barco se encarga de la producción de armas con las que se está atacando a su país. Cuando el marinero vio por la televisión un misil de crucero ruso en un bloque de pisos donde había gente civil lo pasó muy mal. «La cabeza armada no explotó, pero aún así se destruyeron más de cinco pisos», reza en su declaración ante el juez. Entendió que era un misil de crucero producido por la compañía de su jefe y se enfureció. Por ese motivo, volvió al barco y al acordarse que él vive en Kiev en un piso similar al atacado tomó la decisión de vengarse del dueño, causando daños solamente materiales, nunca personales.

Una vez en el barco abrió una válvula grande en el cuarto de máquinas y una segunda en otro compartimiento donde vive la tripulación. Cerró las válvulas de combustible y apagó la electricidad para que no hubiera fugas. Informó a tres tripulantes que abandonaran el barco y éstos empezaron a chillar que estaba loco. Les recordó que ellos también eran ucranianos y que su patria había sufrido un ataque. También les dijo que él asumiría toda la responsabilidad. Ellos intentaron detener la fuga de agua, junto con los trabajadores de Port Adriano. Cuando llegó la policía el marinero les dijo: «El dueño de este barco es un criminal que se gana la vida vendiendo armas y ahora matan a los ucranianos». Este domingo, el arrestado fue puesto a disposición judicial y la jueza le puso en libertad con cargos.