Coche patrulla de Policía Nacional | Policía Nacional

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La Policía Nacional ha detenido a los padres de tres menores que se encontraban desaparecidos desde el año 2017 para evitar su retirada por desamparo y que estaban retenidos en un piso okupa de Coria del Río (Sevilla) sin salir a la calle. Los hechos comenzaron en junio de 2017, cuando el Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía, en una resolución de desamparo, ordenó la retirada de tres menores, de 2, 3 y 8 años, de la custodia de sus padres que, por aquellas fechas, vivían en la barriada del Polígono Sur de Sevilla. Según ha indicado este martes la Policía en una nota, al ir a ejecutar la resolución los agentes comprobaron que los padres habían abandonado el barrio con sus hijos, desconociendo el paradero de la familia.

Todas las gestiones realizadas para localizar a los progenitores y a los menores resultaron infructuosas hasta que el pasado mes de febrero agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Coria del Río compartieron con la Unidad Adscrita de la Junta los datos de un matrimonio que había sido identificado tras la reciente okupación de una casa en esta localidad sevillana, motivo por el que se iniciaron las pesquisas policiales para determinar y comprobar el paradero de los menores. Durante el dispositivo de vigilancia, establecido de manera simultánea por los efectivos de la Policía Nacional de la Comisaría Local de Coria del Río y agentes de la Asociación para la Protección del Menor (APROME) pertenecientes a la Unidad Adscrita de la Junta de Andalucía, se pudo comprobar que las únicas personas que salían de la vivienda eran los padres y adoptando medidas de seguridad antes de abandonar el inmueble para comprobar que no eran vigilados por nadie.

La puerta blindada antiokupa de la casa carecía de llaves para su apertura y era golpeada a su vuelta por los progenitores a modo de contraseña para ser abierta desde el interior por uno de los menores. Los agentes pudieron comprobar durante la investigación que los tres hermanos no acudían al colegio ni asistían al médico, siendo privados de su normal desarrollo evolutivo y emocional al ser obligados a permanecer encerrados en el domicilio privándoles de su libertad deambulatoria. Ante la posibilidad de que los menores se encontraran en el interior de domicilio, el pasado jueves se procedió a la entrada en el domicilio en virtud de un auto del Juzgado de Instancia y Familia, encontrando en su interior a los menores, quienes fueron puestos inmediatamente a disposición de los servicios de protección de menores de la Junta de Andalucía. A la madre se le imputan los delitos de sustracción de menores y detención ilegal, y al padre, además, el de atentado a agente de la autoridad por agredir a un policía mientras permanecía custodiado en los calabozos a la espera de ser puesto a disposición judicial.