El arrestado ya protagonizó hace meses un incidente en Son Espases. | miquel a. cañellas

TW
14

Un gigante culturista, de casi dos metros de altura y más de 130 kilos de puro músculo, protagonizó este miércoles un grave altercado que obligó a la Policía Nacional a cortar el tráfico de la autovía de Manacor para conseguir reducirle. Todo comenzó cuando el paciente se dirigió a su excentro de trabajo, un supermercado de Palma, lugar del que había sido despedido el día anterior. Una vez allí, comenzó a reventar cosas, lanzar estanterías al suelo y tratar de agredir a todo el que trataba de tranquilizarlo. El personal del supermercado alertó a la Policía Nacional y tuvieron que acudir numerosos efectivos, pero la mediación de una experimentada inspectora consiguió tranquilizarlo y fue conducido al hospital de Son Llàtzer. En ese momento no se le detuvo porque se desconocía el valor de los daños. El corpulento agresor, es una persona con un largo historial de violencia generada por los abandonos sistemáticos del tratamiento de su enfermedad.

Una vez ingresado y habiendo transcurrido unas horas el paciente se fugó, totalmente fuera de sí y en un estado de agresividad máxima, se introdujo corriendo en la autovía de Manacor obligando a la Policía Nacional a cortar el tráfico dado que no cesaba de cruzar de un lado a otro poniendo en peligro su vida y la del resto de usuarios de la vía que circulaban por la carretera de Manacor en ese momento. Debido a su gran envergadura y potencia física, fue necesaria la presencia de casi una decena de agentes que consiguieron reducirle con grandes dificultades. Acto seguido, se procedió a su detención acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, lesiones, daños, amenazas y resistencia a los agentes de la autoridad.

Este mismo hombre, hace unos meses se fugó del área de psiquiatría de Son Espases. El joven es un amante del culturismo y su consumo de anabolizantes, junto a una bipolaridad diagnosticada desde hace años, lo convierten en una persona extremadamente peligrosa cuando abandona el tratamiento médico.

Según fuentes próximas al caso, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, hace unos meses el paciente decidió dejar de tomar la medicación y entró en un estado de agitación y nerviosismo muy pronunciado. En un momento dado, de una patada arrancó una puerta del área de Psiquiatría donde se encontraba ingresado y trató de salir del hospital. Al encontrarse las cristaleras automáticas cerradas, el hombre cogió las puertas y las levantó, consiguiendo arrancarlas como si de hojas de papel se trataran. Acto seguido, desapareció y desde el centro médico se alertó a la Policía Nacional. Esa misma noche el paciente regresó al hospital y lo hizo con los puños ensangrentados, aturdido y sin saber el personal médico el origen de las lesiones que presentaba. En aquel momento, inició de nuevo el tratamiento que el que estaba ingresado.