Las procesadas, este lunes, en la sección segunda de la Audiencia de Palma.    | Juan P. Martínez

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Convirtieron un bar de Sant Llorenç des Cardassar en un punto de venta activo de cocaína. La propietaria del local y dos de sus camareras fueron condenadas este lunes en la Audiencia de Palma a sendas penas de dos años de prisión y al pago de una multa de 700 euros tras declararse culpables de un delito contra la salud pública.

Las procesadas aceptaron las penas tras el acuerdo al que llegaron sus defensas, ejercidas por Julio Romero, Breogán Gómez y Ana Vidal, con la acusación pública antes de iniciarse la vista. Inicialmente la Fiscalía solicitaba para cada una de ellas siete años de cárcel. Dos de ellas esquivarán la prisión, al carecer de antecedentes, si no delinquen en los próximos cuatro años y abonan la sanción en un plazo de diez días. El Tribunal apreció la atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada en Instrucción por causas ajenas a las acusadas.

Las imputadas, dos de nacionalidad dominicana y una ecuatoriana, fueron arrestadas el 2 de septiembre de 2016 tras una investigación. Aprovechando su condición de trabajadoras del bar las tres mujeres, de manera concertada, se dedicaban a vender cocaína y otras sustancias estupefacientes a los clientes del local.

En el registro que efectuaron los agentes, tras recibir informaciones en las que alertaban de la actividad ilícita que se llevaba a cabo en el establecimiento, encontraron bolsitas individuales de cocaína, una de resina de cannabis así como distintas cantidades de dinero procedentes de la venta de dicha droga. El Tribunal dictó sentencia en el mismo acto.