El trabajador avisó de inmediato a las autoridades y minutos después se presentó en el lugar una patrulla de la Policía Nacional. Los agentes auxiliaron a la víctima y solicitaron una ambulancia, ya que presentaba varios mechones de pelo arrancados, un golpe en la cabeza y no paraba de sangrar por la nariz. La víctima se encontraba supuestamente bajo los efectos del alcohol e indicó que había estado intimando con un joven en el interior de un local de ocio nocturno, después salieron fuera y se dirigieron a un callejón. A partir de entonces, no recordaba con exactitud lo ocurrido, tan solo que mantuvieron relaciones sexuales y que en un momento dado el joven le propuso otro tipo de relación a lo que se negó.
Los servicios sanitarios atendieron a la mujer y la trasladaron al hospital como víctima de una agresión sexual y lesiones. Mientras, los agentes comprobaron cómo en el callejón había varios mechones de pelos, sangre y un pantalón, que pertenecía a la joven. La UFAM (Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer) de la Policía Nacional se hizo cargo de las investigaciones: llevó a cabo inspecciones oculares en el lugar de los hechos y tomó diversas declaraciones a testigos. Fue asó como pudieron comprobar que la mujer, efectivamente, había estado de fiesta con unas amigas en un local de la zona. Allí intimó con un chico que ya conocía de antes y ambos decidiendo salir fuera a un callejón, donde mantuvieron relaciones sexuales.
Vuelco en la investigación
En un principio las sospechas de la supuesta violación y las lesiones conducían ese joven, sin embargo se produjo un vuelco en la investigación, que acabó apuntando a un segundo hombre. Los policías practicaron numerosas diligencias, tomas de declaraciones y llevaron a cabo varias gestiones y como resultado de la investigación pudieron comprobar que había un segundo joven. El primer hombre del que se sospechaba salió del callejón con la mujer, sin que se hubiera producido ninguna agresión.
Fue el segundo chico el que se fue con la víctima a otro callejón, donde permanecieron diez minutos. Solo salió de allí el joven. Se fue, dejando allí a la mujer, con las heridas y circunstancias ya descritas. En vista de los hechos, los agentes priorizaron en la identificación del joven, del que no se tenía ninguna referencia ni dato, por lo que practicaron numerosas gestiones, solicitando colaboración ciudadana y de otras unidades policiales. Fruto de la colaboración, lograron identificarlo, persona sin antecedentes y que no disponía de domicilio conocido en Palma, hasta que finalmente averiguaron que residía en Inca. Allí se desplazaron los policías de la UFAM y el pasado cinco de septiembre, procediendo a su detención como presunto autor de un delito de agresión sexual y lesiones.