Merlinda M., este martes, en los juzgados de Vía Alemania.

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Un juzgado ha archivado los ataques a un sacristán de la iglesia de San Nicolás de Palma por el estado mental de la agresora. Una médica forense atendió a la mujer, que fue defendida por la abogada Roser Fuster, y llegó a la conclusión de que padece un «trastorno delirante místico-religioso» que requiere de tratamiento. Merlinda M., que se encuentra en el área de Psiquiatría de la prisión de Palma por decisión de la Audiencia, fue trasladada este martes hasta los juzgados de Vía Alemania donde le notificaron el sobreseimiento provisional de la causa.

Los ataques por los que iba a ser juzgada se remontan al año 2020. El Ministerio Público recoge en su escrito que la mujer irrumpió en las misas de la iglesia de San Nicolás el 15 de marzo y los días 6, 17, 18 y 20 de mayo y profirió insultos y amenazas a las personas que se encontraban en su interior. La acusada, que cuenta con múltiples antecedentes por ataques a religiosos en iglesias de Palma, se dirigió a un sacristán y le amenazó diciéndole que le iba a matar, lo que generó miedo en el hombre.

Merlinda M. regresó el 30 de agosto al templo y volvió a buscarle. «Te vas a arrepentir de haberte cruzado en mi camino». La última vez que acudió a la iglesia de San Nicolás fue el 29 de septiembre y se dirigió de nuevo a la misma persona y a los feligreses: «Os voy a matar, me vas a suplicar que pare cuando te esté haciendo todo el daño, morirás como Pedro crucificado al revés».

La Fiscalía pedía dos años de cárcel para la mujer por un delito continuado contra los sentimientos religiosos y otro de amenazas y que indemnizara al sacristán con 4.000 euros.