El perjudicado debía abonar de fianza la cantidad que se quedó su amigo. | A.S.

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Hay un refrán que dice que «al amigo que en apuros está, no mañana sino ya». Eso debió pensar la víctima de esta historia. Un juzgado de lo Penal de Palma condenó este miércoles a seis meses de prisión a un hombre por quedarse con el finiquito de su amigo que estaba en prisión y que debía servir para pagar la fianza y quedar éste en libertad.

Los hechos se remontan al 11 de octubre de 2021. El perjudicado fue citado en la que había sido su antigua empresa tras finalizar su contrato para cobrar el finiquito que le pertocaba por los servicios prestados. Pero había un problema y de los grandes: se encontraba en prisión provisional bajo fianza de 900 euros. Se le ocurrió enviar a un amigo a cobrar dicha cantidad, que ascendía a 1.135 euros.

El procesado acudió a la sede de la compañía, que conocía la situación del perjudicado, y cogió el dinero. Todo parecía que salía según lo previsto y pronto ambos podrían celebrar la libertad juntos. Pero no. El ayer enjuiciado, que ahora reside en la península, decidió quedarse con los más de 1.000 euros del finiquito y hacer caso omiso a lo que prometió a su amigo. Los días pasaban y nadie hacía frente al pago de su fianza, por lo que empezó a sospechar que esos 1.135 euros se los había quedado el que creía que era su amigo. Denunció lo ocurrido y efectivamente así fue. El procesado decidió incorporar a su patrimonio dicha cantidad y olvidarse del perjudicado. Fue denunciado y e imputado como autor de un delito de apropiación indebida.

Ayer se declaró culpable en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania de Palma y aceptó seis meses de prisión tras el acuerdo alcanzado por su defensa, ejercida por la abogada Dolores Puertas, con la representante de la Fiscalía. El hombre no cumplirá la pena al quedar suspendida por un plazo de dos años, en los que no podrá volver a delinquir y también deberá devolver la cantidad del finiquito a su ya examigo. La acusación pública solicitaba inicialmente dos años de prisión. El preso preventivo no salió de la cárcel el día 11 como esperaba sino 17 días más tarde, el 28 de octubre, después de que un tercero abonara su fianza.