El gigante culturista durante su paso a disposición judicial. | Alejandro Sepúlveda

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Mide más de dos metros de altura y pesa unos 130 kilos de puro músculo. Este gigante culturista ha protagonizado en los últimos meses numerosos incidentes y sus detenciones no son para nada fáciles. El corpulento agresor, es una persona con un largo historial de violencia generada por diversos motivos, pero su fuerza es tan descomunal que ha sido capaz de arrancar una puerta del hospital de Son Espases de una patada, romper cristaleras de un sólo puñetazo o llegar a levantar a ocho agentes del suelo. Todo ello, al margen de enfrentarse a grupos enteros de hooligans en Punta Ballena, arrancar estanterías de supermercados y agredir a los vigilantes.

A las seis versiones del legendario Hulk en la Fase 4 del Universo Cinematográfico de Marvel, hay que sumarle la de nuestro protagonista. Esta semana pasada, fue nuevamente detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía por robar en un supermercado (una de sus obsesiones) y agredir al vigilante de seguridad. Todo sucedió en un conocido comercio de alimentación de la calle General Riera de Palma cuando el personal de seguridad le sorprendió robando unos 40 euros en jamón de corte. Instantes antes, nada más entrar, ya se encaró al personal esgrimiendo su gran corpulencia con frases como: "Soy yo. ¿Qué miras?" y otros muy similares. En la línea de salida, el vigilante se aproximó a su posición y le pidió de forma educada que le entregara el género que había sustraído. Acto seguido, el gigante se puso frente a él y le dijo: "Déjame tranquilo o te voy a hacer mucho daño". El 'increíble Hulk', como le conocen en la cadena de supermercados, se dirigió al vigilante y le dio un empujón haciendo 'volar' a la víctima varios metros. Luego, reventó una cristalera de un puñetazo y se dio a la fuga.

Horas más tarde, el mismo fue detenido por agentes de la Policía Nacional caminando por la calle. Para su arresto, se habían movilizado numerosas dotaciones, pero parece que el agresor estaba más tranquilo y no hizo falta emplear la fuerte. Una acción que sin duda los funcionarios policiales agradecieron enormemente. Tras pasar a disposición judicial el mismo fue puesto en libertad con cargos. El mismo día de su detención se cumplía un año de una de las escenas más surrealistas vividas con el Hulk del supermercado. Fue el 30 de marzo de 2022, cuando en otro comercio de alimentación de la misma cadena, se dirigió a su excentro de trabajo, un supermercado de Palma, lugar del que había sido despedido el día anterior. Una vez allí, comenzó a reventar cosas, lanzar estanterías al suelo y tratar de agredir a todo el que trataba de tranquilizarlo. El personal del supermercado alertó a la Policía Nacional y tuvieron que acudir numerosos efectivos, pero la mediación de una experimentada inspectora consiguió tranquilizarlo y fue conducido al hospital de Son Llàtzer.

Una vez ingresado y habiendo transcurrido unas horas el paciente se fugó, totalmente fuera de sí y en un estado de agresividad máxima, se introdujo corriendo en la autovía de Manacor obligando a la Policía Nacional a cortar el tráfico dado que no cesaba de cruzar de un lado a otro poniendo en peligro su vida y la del resto de usuarios de la vía que circulaban por la carretera de Manacor en ese momento. Debido a su gran envergadura y potencia física, fue necesaria la presencia de casi una decena de agentes que consiguieron reducir con grandes dificultades. Acto seguido, se procedió a su detención acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, lesiones, daños, amenazas y resistencia a los agentes de la autoridad.

Su historial de fuerza le llevó mientras estaba siendo tratado en el hospital a fugarse y de una patada arrancó una puerta del área de Psiquiatría. Al encontrarse las cristaleras automáticas cerradas, el hombre cogió las puertas y las levantó, consiguiendo arrancarlas como si de hojas de papel se trataran. Acto seguido, desapareció y desde el centro médico se alertó a la Policía Nacional. Esa misma noche el paciente regresó al hospital y lo hizo con los puños ensangrentados, aturdido y sin saber el personal médico el origen de las lesiones que presentaba.También se le investiga por otras agresiones en locales donde trabajaba como portero de seguridad.