Según ha informado el instituto armado, las detenciones se llevaron a cabo en el marco de la operación Cobrekai, iniciada en noviembre de 2022 a raíz de los avisos dados respecto a los cortes de comunicaciones en ambas poblaciones y de las denuncias interpuestas el pasado mes de marzo en relación a hechos similares registrados en Castejón de Valdejasa (Zaragoza) y Ayerbe (Huesca).
Tras las labores de vigilancia llevadas a cabo, los sospechosos, un hombre de 36 años y una mujer de 23, vecinos de Zaragoza, fueron detenidos el pasado día 6 en el municipio oscense de Concilio gracias al aviso dado por una persona que alertó de la presencia de un vehículo «sospechoso» en unos caminos cercanos a un lugar donde días atrás se había robado cobre, así como de movimiento en el tendido eléctrico.
Los agentes desplazados a la zona localizaron un vehículo de alquiler rotulado con las siglas y datos de una empresa de subcontratas de telefonía móvil, y poco después observaron a una persona que vestía ropa de operario de dicha compañía y que dijo trabajar para la misma. En el registro llevado a cabo en el vehículos, los agentes localizaron material de protección, material electrónico y eléctrico así como un bolso con documentación de una mujer que el falso operario identificó como su prima.
Puestos en contacto con la empresa de la subcontrata, sus responsables informaron de que ninguno de sus trabajadores se encontraba en ese momento realizando trabajos en esa zona ni de reparación ni de retirada del cable eléctrico. En las inmediaciones del lugar, los agentes hallaron escondido cable de cobre cortado así como una escalera, un serrucho y material para cortar el metal. Con todas las pruebas obtenidas, los agentes procedieron a detener al sospechoso y posteriormente a la mujer, que se encontraba a la espera en la plaza de la localidad de Concilio.
El total de cable sustraído asciende a 8.900 metros, alrededor de 32 toneladas de cobre valoradas en unos 119.000 euros, sin contar los daños causados a las instalaciones. Para perpetrar los robos, los detenidos utilizaban vestuario e incluso un vehículo rotulado que simulaba ser una empresa subcontratada por una conocida compañía de teléfonos que se desplazaba con varias personas que fingían ser trabajadores y que desmontaban la línea de cable de telefonía simulando que hacían labores de mantenimiento. Una vez conseguido el cable, procedían a su pelado y quemado en las inmediaciones del lugar y se llevaban únicamente el cobre.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Són noves formes d'enriquir-se en poc temps, que s'estan posant de moda. Si no s'atura prest aquest mal costum, aviat es convertirà en es pa nostro de cada dia, perquè cada vegada és més freqüent.
Me parece muchos kg de cobre, pero aún así, no creo que exista mucha gente dispuesta a comprarlo si son robados. Es ahí donde hay que buscar , al que lo compra.