Rudeger era un facultativo brillante, obsesionado con la lectura. Y con su mujer, que en contra de su opinión, decidió divorciarse de él. La vida del doctor, de repente, cambió drásticamente y se obsesionó con vengarse de ella. Un juzgado le dio la custodia de los dos hijos a la madre, y el progenitor tomó la macabra decisión: Iba a matar a sus dos hijos, pero debía hacerlo lejos de Alemania.
Eligió España porque pensaba que las penas eran más bajas e ideó unas supuestas vacaciones con sus dos hijos. Un veraneo idílico en Mallorca, que emocionó a los pequeños. El lugar elegido fue un hotel de sa Coma, en Cala Millor, donde debían pasar unos días en familia los tres solos. Para la Guardia Civil quedó claro que cuando llegó a la Isla ya sabía lo que pasaría porque Rudeger viajó con sus enseres de doctor (inyecciones, agujas, catéteres...).
Los primeros días transcurrieron sin novedades: el padre salía a pasear con los dos hermanos y les compraba helados, por la calle. Iban a la playa y cenaban en el hotel. El monstruo germano, finalmente, ejecutó su macabro plan. Tras engañar a los niños, les suministró un potente sedante y los adormeció. Luego, les inyectó aire en las venas y acabó con sus vidas. Según su confesión, luego intentó suicidarse tres veces.
El primero intento lo ejecutó ese mismo día: se metió en la bañera del hotel, llena de agua, con la misma dosis que les había suministrado a Katharina y Mathias. Pensaba que se dormiría se y deslizaría dentro del agua, tras morir ahogado, pero su complexión no era como la de los hermanos pequeños y se despertó antes de hundirse. Salió a la calle, desesperado, y se dirigió a la playa. Se introdujo en el mar y trató que la corriente lo arrastrara, de nuevo sin suerte.
La última tentativa le llevó a Formentor. Cogió un bus con destino a Pollença y luego subió al mirador. Se asomó repetidamente al abismo, desde lo alto del risco, pero le faltaron fuerzas para saltar. O valentía. En esos momentos una empleada del hotel ya había descubierto los cuerpos sin vida de los niños: estaban sobre las camas de su habitación, perfectamente colocados. Con una rosa entre las manos.
La Guardia Civil montó uno de los mayores dispositivos de búsqueda que se recuerdan y la Policía Judicial de Manacor rastreó el paradero del doctor, que finalmente fue descubierto por una patrulla de la Policía Local de Pollença encaramado a unas rocas, desorientado y con heridas leves. Dos años después Rudeger fue juzgado en la Audiencia de Palma, por un jurado popular, que le condenó a 34 años de cárcel.
Se mantuvo altivo e incluso se permitió amenazar a un conocido facultativo isleño que le examinó, como perito judicial: «Antes de morir vendré a por ti». Pero nunca cumplió su amenaza. Primero ingresó en la cárcel de Palma vieja, que ahora está abandonada y repleta de okupas, y luego inauguró la nueva penitenciaría, también en la carretera de Sóller.
No se relacionaba con otros presos, solo con médicos como él, y en aquella época no había muchos entre rejas. Su obsesión era la lectura: devoraba libros a una velocidad vertiginosa. También pintaba, pero no era su fuerte. En 2011 consiguió que lo trasladaran a una prisión alemana, para cumplir allí el resto de su condena. Quería estar cerca de sus padres, que ya eran muy mayores.
Entró en régimen de tercer grado y al final solo iba a la cárcel a dormir. Sin embargo, no disfrutó mucho tiempo de su limitada libertad. Enfermó de cáncer y murió en 2016, convertido en el 'doctor muerte'. El monstruo que mató a sus dos hijos para martirizar a su mujer.
6 comentarios
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10 añitos en la cárcel por asesinar a sus 2 hijos menores de edad. El patético Código Penal españordo ya apuntaba maneras en los 90´s.
Parece de vox
Un médico que no conoce la dosis letal de un fármaco para morir? Increíble. No hay quien se lo crea. Pura pantomima. Una cosa es que lo encuentren en malas condiciones y lo saquen adelante pero que piense que la dosis que adormece a un niño de 6 años mata a un varón adulto, no hay por donde cogerlo
Para pisar el amor tan fuerte y natural de padres a hijos, esta persona debía estar bien enferma.
Historia macabra, la de este doctor, cuando sucedio, me impacto, primero por la edad de los niños, que en ningun momento se merecian morir, y luego la frialdad de como actuo, se los llevo a pescar, a cenar, unas vacaciones maravillosas y al final un plan macabro para asesinarlos, es increible que existan personajes tan malvados y que no nos demos cuenta, y puede ser el vecino del quinto, y no nos enteramos de su caracter o forma de ser, hasta que salen en la cronica de sucesos.
de cada vez creo menos en la JUSTICIA divina, pero al menos estuvo, diez años en la carcel, el infierno está en la tierra.