Los exconcejales del PP en Cort, Irene San Gil y Gabriel Vallejo son dos de los cinco testigos que declararán esta mañana en el juicio al exjuez Manuel Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán. Ambos fueron arrestados por los agentes del Grupo de Blanqueo, también acusados, durante la operación del 'caso ORA' que la Fiscalía considera irregular. Los otros tres testigos también fueron detenidos en esa misma actuación policial.
Al igual que en la sesión del viernes, la Fiscalía planteará a los testigos si recibieron presiones en la jefatura de la Policía Nacional o en el juzgado para condicionar sus declaraciones y los posibles indicios previos que existían para practicar los arrestos. El 'caso ORA' se basó en la declaración de un testigo protegido y una investigación policial que incluía graves errores y consideraba irregulares prácticas administrativas completamente habituales como el lugar en el que se guardan las actas de las mesas de contratación o el número de asistentes a estos actos.
Varios testigos acreditaron el viernes que la documentación que negaba las tesis policiales la tenían en su poder en el momento de las detenciones.
Se levanta la sesíón
Termina la sesión de hoy. El juicio continúa mañana.
"Me avergüenzo de haber dudado"
"Yo estaba aterrorizado y tenía delante al juez, al fiscal y los policías que daban por hecho que había un amaño en un concurso público. Me avergüenzo de haber dudado del señor Femenía pero salí de ahí convencido que alguien había metido mano. Ha sido un lujo tenerle para el Ajuntament de Palma".
"Respuesta implícita"
«La respuesta que me daban está implícita en la pregunta. Entré en el despacho del juez y el fiscal empezó a gritar como un poseso».
"Ni decidí ni opiné"
Gabriel Vallejo, concejal de Mobilitar en el concurso de la ORA dice que no intervino ni decidió sino que dejó a sus funcionarios actuar. Dice que, en el interrogatorio le pusieron de manifiesto que había un amaño y que estuvo tres días en «un calabozo infecto».
"No me amenazaron de nada"
Dice que no le amenazaron durante los interrogatorios y que tampoco mencionaron a Álvaro Gijón, el supuesto cerebro del amaño de la ORA.
Declaración inducida
En la declaración policial dice que fue «claramente delictivo» el contrato. Explica: "Es claramente a raíz de lo que me decían porque no sabía si eran ciertas esas declaraciones. Yo no podía salir de mi asombro por las cosas que me decían que habían ocurrido".
Calabozos compartidos
Una de las acusaciones particulares interroga a San Gil si estuvo o no sola en los calabozos. Había otras dos detenidas del caso. Una de las justificaciones dadas por los acusados de los arrestos era la necesidad de incomunicar a los posibles autores del amaño.
"¿Le preguntaron?"
El fiscal la interroga si le preguntaron por todas las conductas que tendrían que justificar la detención de San Gil. Insiste en que no, que solo abordaron lo que habían hecho otras personas y le reclamaban su opinión al respecto.
Interrogatorio
Tras su arresto fue interrogada por Subirán: "¿Le preguntaron por su participación en la ORA?« »En ningún momento, toda mi declaración se limitó a que diera mi opinión sobre actuaciones de los señores Femenía y Vidal que daban por ciertas".
Irene San Gil
Arranca la declaración de Irene San Gil, concejala del PP que fue detenida por presidir la mesa de contratación de la ORA.
"Yo no dije eso"
Afirma que su declaración en el caso fue manipulada y que no dijo nada porque estaba «aterrorizado» y quería salir en libertad. "Yo no dije eso, ponían lo que les daba la gana. Yo lo que perseguía era salir en libertad. No se ni lo que dije".
Sobre su declaración
"Yo no dije eso, ponían lo que les daba la gana. Yo lo que perseguía era salir en libertad. No se ni lo que dije".
"Eso puede ser peligroso"
En el chat consta una frase en la que se dice que sería «peligroso» desimputarle. «Tuvieron oportunidad de parar, no quedaba en pie nada del atestado que dio lugar a la detención de doce personas».
"Me querían imputado"
"Me querían mantener imputado. Lo dicen en el chat. Presenté un escrito desmontando el informe policial que no tenía ni pies ni cabeza. Ese escrito que fue de junio de 2017 y desimputaron a cuatro de los investigados. De la mesa de contratación solo quedaba yo imputado".
Cumpleaños
"Es un mal día para cumplir años, igual se va usted a prisión y luego repitió que según lo que declarara, iría a prisión", dice el testigo que le dijo Subirán antes de empezar a declarar..
"Ya me dijo que me iba a quedar ahí"
Dice que, antes de declarar en Policía Nacional y poder aclarar nada ya le advirtieron que se iba a quedar en el calabozo y pasar a disposición judicial.
Sospechas erróneas
Explica que intentó aclarar errores que había en los informes policiales. Cuenta que no consiguió que apuntaran en su declaración que el beneficio industrial era del 6 y no del 13 por ciento.
Advertencia
El jefe de contratación de Cort cuenta que, cuando fue detenido le advirtieron: «Te puedes preparar porque eres de los que peor lo tienen».
"Empezaron a acosarme"
Cuando terminó su declaración en el juzgado: "El fiscal comenzó a decirme que el señor Gijón había recibido un millón de euros. Mi abogado había salido con la funcionaria que hacía el acta. Subirán comenzó a decirme: ellos se van a ir de rositas y usted se va ir a la cárcel, es un tonto útil. Maikel con los mismos términos e incluso el juez. Me asusté."
Tono
Declara otro funcionario: "Antes de que entrara el fiscal fue normal. Me hacían preguntas y podía contestar. En el momento en que entró el tono cambió. Era mucho más elevado".
"Y su marido sí que lo tiene mal"
La funcionaria fue detenida al mismo tiempo que su marido. Señala que alguien le advirtió en su declaración policial: «Su marido sí que lo tiene mal». No recuerda si fue Subirán o el subinspector de Blanqueo.
Consecuencias
La testigo declara que, tras su arresto, estuvo más de un año de baja y en tratamiento psiquiátrico. Se emociona.
Álvaro Gijón
"Me dirigieron mucho la declaración hacia el señor Gijón. Entonces se me ocurrió que era teniente de alcalde y estaba en la junta de Gobierno. Pensé, a lo mejor, si les digo eso se calman. Se es iluminó la cara".
Tergiversación
Dice que se tergiversaron en sus declaraciones parte de sus palabras: "Pusieron algo así que el señor Femenía era una dictador, un absolutista. Yo lo que había dicho es que era muy trabajador y lo controlaba todo, haciéndolo bien."
"No me escuchaban"
Dice que sus explicaciones no eran atendidas: "No me escuchaban, no tenían ningún interés. Si mi participación era el acuerdo y las fechas esas, no me dejaba explicarlo. No escuchaban para nada".
Interrogatorio policial
Declara que fue interrogada a las once de la noche, tras horas en el calabozo por el fiscal Subirán. "El fiscal me empezó a gritar. «¿Es esa su firma? Pues está bien arreglada, la que le espera».
Funcionaria detenida
La primera testigo es una funcionaria municipal con un papel muy menor en el contrato de la ORA. "No me habían puesto ni una multa de tráfico. Entró la regidora de Seguridad Ciudadana seguida de otras personas, Angélica Pastor. Se dirigió al despacho de nuestro regidor, Joan Ferrer y ahí empezaron. A mí, me pusieron en un despacho incomunicada. El trauma fue horrible."
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